Desde hace años la Playa de San Juan es un destino de veraneo de miles de turistas nacionales y cada vez más extranjeros optan por esta zona. En la Costa Blanca los distintos municipios y zonas cuentan con un perfil de turista. Desde las inmobiliarias reconocen que, por regla general, el que va a Benidorm no es el mismo que se decanta por Alicante.

Alicante y su costa se nutren de un turismo familiar que busca estar cerca del mar y el ocio. Las familias buscan pisos nuevos o reformados y muchas sacrifican la primera línea de playa por segundas y terceras líneas si se trata de alquilar un apartamento en una urbanización con piscina y juegos infantiles, en cuyo caso el precio se encarece.

Por procedencia, el turista madrileño es el principal usuario de apartamentos turístico con un 37%, seguido del propio de la Comunidad Valenciana que supone el 26% de la demanda. De Castilla La Mancha llega casi un 7% de quienes pernoctan en esta modalidad de alojamiento, seguidos de catalanes, vascos, de Castilla y León, Aragón y Andalucía. Por países destacan los británicos, seguidos de franceses, holandeses, alemanes, noruegos, italianos, rusos, belgas y suecos.

Un caso llamativo es el que cuentan desde una inmobiliaria alicantina especializada en los alquileres en la Playa de San Juan por largas temporadas. Cuentan con un turista fijo al que le gusta la zona y que de un año para otro reserva los apartamentos procedente de Argelia y tienen un poder adquisitivo medio-alto. El boca a boca ha hecho que vayan aumentando cada año. Desde la inmobiliaria destacan que estos turistas «se gastan no menos de 3.000 euros en un mes».

Las inmobiliarias al uso no suelen trabajar el mercado turístico. Algunas alegan que no les compensa estar 24 horas pendiente del cliente y, además, la mayor parte del dinero se lo lleva el propietario, la inmobiliaria obtiene una comisión.