La Policía Local ha abierto una investigación para localizar a los jóvenes que se lanzan desnudos a bañarse a la desembocadura del barranco de las Ovejas, lo que ha causado indignación vecinal por el «espectáculo indecoroso» y preocupación por el riesgo de estos saltos al mar, en esta ocasión desde el apeadero de la estación de San Gabriel aunque los vecinos también grabaron hace tres veranos a chicos tirándose desde la pasarela peatonal cauce arriba, aún más alta, en una peligrosa práctica de «puenting». El Ayuntamiento de Alicante advierte que está prohibido bañarse en el cauce y en la desembocadura.

Los vecinos contabilizaron hasta ocho jóvenes, algunos de ellos aseguran que menores, lanzándose al mar desde tres o cuatro metros de altura junto a las vías del apeadero del tren a Murcia en el barranco de las Ovejas. Fue a mediodía del pasado sábado y ha sido la última vez que los han visto, en una zona muy frecuentada por conductores e inmersa en las obras del carril bici.

«Llamamos al 112. Esperamos veinte minutos y reclamamos otra vez la presencia de la Policía Local por el peligro, y la indecencia y el espectáculo que se veía desde la avenida de Elche», explica uno de los denunciantes, crítico con la Policía Local porque «no vinieron. Estaban ocupados en actos de aniversario, lo cual lamento como ciudadano». El pasado sábado se celebró el Día de la Policía Local con actos en la plaza del Ayuntamiento y en la Cochera de Tranvías.

Sin embargo, la Concejalía de Seguridad finalmente ha reaccionado. «La Policía Local tiene conocimiento de los hechos y se ha abierto una investigación», explicaron ayer desde el Ayuntamiento de Alicante. Agentes se están desplazando a patrullar por la zona buscando a los temerarios bañistas del apeadero. «Aparte de extremadamente peligroso y nocivo por el espectáculo en cueros, son adolescentes muchos de ellos. La Policía nos dice que intentarán remediarlo, es su deber».

Residentes en el entorno ya denunciaron la presencia de jóvenes que en el verano de 2014 se tiraban al cauce del Barranco de las Ovejas desde la pasarela peatonal que instaló la Conselleria de Infraestructuras, entonces inacabada. La Policía tuvo que precintar este puente para evitar que entraran personas que se tiraban desde el borde del cauce, con una altura considerable, hacia aguas poco profundas. De hecho, algún joven tuvo que ser atendido al dislocarse una mano.

Más recientemente han puesto en conocimiento de las autoridades actos vandálicos por la noche contra esta infraestructura, como el destrozo de los cristales de una emblemática pasarela que cuenta con un reconocimiento nacional de arquitectura.

Los vecinos creen que los jóvenes que se tiran desnudos al mar son los mismos que han ido rompiendo los cristales de la pasarela. Una docena de los 36 paneles translúcidos en color naranja que se instalaron en los huecos triangulares del puente han sido pasto de los actos vandálicos, dejando muy maltrecha la imagen de esta instalación peatonal que obtuvo en 2014 el premio de diseño y construcción de la Asociación Científico-Técnica de Hormigón Estructural, de prestigio nacional.

Una situación denunciada de una forma reiterada tanto por la asociación Gran Vía Sur-Puerto como por vecinos a título particular, de ahí su petición de que se instalaran cámaras en los extremos del encauzamiento.