De ponerse de perfil a dar la cara. El portavoz del tripartito que gobierna Alicante, Natxo Bellido (Compromís), acusado por propios y extraños estos dos años de escurrir el bulto de las polémicas y de zafarse de los «marrones» del Ayuntamiento, empieza a cambiar su discurso, coincidiendo con el desgaste del alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, cuando está a punto de alcanzase el ecuador de la legislatura, consciente de que puede verse afectado en las urnas.
En las últimas fechas, Bellido ha dejado ese plácido posicionamiento para exponerse y mostrarse más crítico y duro con Echávarri. Ayer no escurrió el bulto al ser preguntado por cuestiones de actualidad que «enturbian», admitió, la labor del equipo de gobierno y «afectan a la estabilidad institucional», como la composición de la comisión de investigación de los contratos de la Concejalía de Comercio que el regidor ha decidido rebajar de dos ediles por grupo a uno solo.
Bellido no comparte la decisión del alcalde y avanzó que pedirán explicaciones sobre ese recorte dado que no es lo que se aprobó en el Pleno. El portavoz del tripartito entona el «mea culpa» y reconoce que hay cuestiones que están complicando que los alicantinos entiendan el proyecto del cambio. Dice que su grupo está inmerso en una reflexión. De hecho, por la cabeza de los ediles de Compromís ha pasado en algún momento abandonar al PSOE, del que se están alejando. «Tenemos que mejorar y debemos hacerlo ya porque estamos en el ecuador de la legislatura y no queda tanto tiempo para poder cambiar» o «Hay datos que nos indican que hay cosas que tenemos que hacer mejor», son algunos pensamientos expresados en voz alta tras la Junta de Gobierno de ayer.
Echávarri, por su parte, justificó la reducción de integrantes de la comisión de Comercio por razones de privacidad de las personas que acudirán a declarar, de acuerdo con los servicios jurídicos y la secretaria de actas del pleno. «Van a ir empresarios y funcionarios, a los que no se acusa absolutamente de nada. Es por la privacidad y respeto a la intimidad de las personas». El lunes afirmó en cambio que lo hacía «para ser más ágiles y no dar más espectáculo».
