Pese a la mejora económica que atisba el Gobierno, la crisis continúa haciendo estragos entre los jóvenes de la Comunidad Valenciana. Un informe del Consejo de la Juventud de España acaba de constatar las dificultades con las que se topan los menores de 30 años para encontrar un empleo estable y bien remuneradomenores de 30 añosempleo estable que les permita emanciparse. De acuerdo con los datos recopilados en el estudio, solo el 18,5% de los 683.499 jóvenes de la Comunidad de hasta 30 años habían podido emigrar del hogar paterno a fecha de junio de 2016. En concreto, 126.384 personas. Las cifras, lejos de mejorar, son sensiblemente peores que las del mismo periodo del año anterior. El número de jóvenes emancipados se ha reducido en un 16,96% en ese tiempo, mientras que el total de hogares jóvenes también ha sufrido un retroceso interanual del 22,71% en esa misma franja de edad, hasta quedarse en 57.593.

En cuanto a sexos, las menores de 30 años se emancipan más que los hombres. En concreto, y según los datos del Consejo de la Juventud de España, el 23,7% de las mujeres vivían fuera del hogar paterno mediado 2016 (un 13,84% menos interanual), mientras que en el caso de los varones la tasa de emancipación era únicamente del 13,4% (un 21,8% menos que en el mismo periodo del año anterior).

El informe resume la situación de manera explícita: «En el último año, la emancipación residencial de la población joven en la Comunidad Valenciana ha descendido fuertemente, de manera que tan sólo el 18,5% de la población joven de menos de 30 años ha logrado establecerse en un hogar independiente», sentencia el documento, de 23 páginas.

En él también se analiza la situación de los mayores de 30. De esa edad hasta los 34 años los porcentajes sí crecen de manera exponencial en cuanto a la independencia residencial, aunque también revelan que uno de cada cuatro jóvenes de esa franja de edad sigue viviendo en el hogar familiar. De las 312.439 personas censadas en la Comunidad con esos años, 238.137 se habían independizado mediado 2016, el 76,2%. Las 74.302 restantes, por el contrario, continuaban viviendo con sus progenitores principalmente.

El estudio realizado por el Consejo de la Juventud de España también pone cifra a la precariedad de los jóvenes de la Comunidad que sí han conseguido encontrar una oportunidad laboral. De media, el salario medio de las personas de entre 16 y 24 años es de 9.839 euros anuales. Los que han logrado emanciparse ingresan una media de 11.861 euros al año, mientras que los que residen todavía en el hogar paterno perciben 8.597 euros.

Los jóvenes de entre 30 y 34 sí consiguen salarios más elevados, aunque de media son mileuristas. Sus emolumentos son de 13.917 euros al año: 14.337 euros en el caso de los que se han independizado y 12.102 en el de los que viven con los padres.

El estudio, de ámbito autonómico, también ofrece un dato provincial. Concretamente, el del acceso a la vivienda en propiedad con financiación hipotecaria. Según el Consejo de la Juventud, el precio medio de la vivienda libre en la provincia de Alicante se sitúa en 122.420 euros (netamente por encima del de Castellón y València). Además, el coste de acceso a los inmuebles asciende al 31,4% de todos los ingresos en el caso de hogares en los que conviva una pareja, mientras que los jóvenes que se emancipan solos se ven obligados a destinar, de media, el 57,7% de todos sus ingresos a afrontar los gastos del piso. En ambos casos, los porcentajes son superiores a los de las otras dos provincias de la Comunidad. «En la actualidad, emprender la emancipación en solitario sería inviable para una persona joven asalariada y tan sólo los hogares jóvenes ya constituidos podrían afrontar con plenas garantías de solvencia económica la compra de vivienda», zanja el estudio.