Alicante se ha preparado a conciencia para recibir hoy a los 12.000 cruceristas que se espera desembarquen de los cuatro barcos que amarrarán a lo largo de la mañana en el puerto.

Las calles del centro de la ciudad estaban ya especialmente limpias y recién baldeadas a las 9 de la mañana. La plaza de Calvo Sotelo, la de Gabriel Miró y el Portal de Elche lucían y a esa hora más de lo normal. Y lo mismo ocurría en la calle San Francisco y aledañas, así como en la Rambla y la calle Mayor.

El Castillo de Santa Bárbara abrió antes sus puertas para empezar a recibir visitantes, que llegarán en su mayor parte en autobuses lanzadera directamente desde el Puerto para evitar las largas colas en el acceso por Juan Bautista Lafora donde se toma el ascensor para llegar a la fortaleza.

Sin embargo el anuncio de la apertura de los comercios una hora antes, a las 9 de la mañana, se quedó en eso, en anuncio, aunque es cierto que tampoco les habría servido de mucho puesto que antes de las 10 no se veía aún a ningún turista paseando por la ciudad.