La técnico interino de museos de la Concejalía de Cultura de Alicante, Catalina Rodríguez, cuñada del portavoz municipal del PP en el Ayuntamiento Luis Barcala, se reincorpará próximamente a su puesto de trabajo, del que fue despedida por el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, justo dos días después de ser denunciado por los populares en Fiscalía por el caso del fraccionamiento de los contratos de la Concejalía de Comercio. El concejal de Recursos Humanos, Carlos Giménez, firmó ayer el decreto de reincorporación de la trabajadora, tal y como se comprometió a hacer el alcalde el pasado jueves después de que el pleno le desautorizara al aprobar una declaración institucional del PP rechazando el despido de la interina al considerarlo una venganza y pidiendo su readmisión.

Echávarri acató este acuerdo, pese a no ser vinculante, para acabar con un «culebrón» que evidenció su soledad, señalado en el pleno por sus socios de gobierno de Guanyar y Compromís. Sus socios no dudaron en apoyar la declaración del PP a favor de la readmisión de Catalina Lutgarda Rodríguez Hernández, funcionaria municipal interina desde el 8 de noviembre de 2010, quien fue despedida tras haber expirado el motivo por el que se le contrató, que fue la preparación de la apertura del Museo de Arte Contemporáneo y del Centro Cultural Las Cigarreras, tal y como figuraba en el decreto de despido que tuvo que firmar el edil de Recursos Humanos, Carlos Giménez, a instancias del alcalde.

Ayer, Giménez formalizó el decreto de readmisión. Esto supone, dijo, «que mañana -por hoy- puede volver a su puesto. Este tema queda finiquitado y solucionado. El alcalde ya dijo en pleno que lo haría y va para adelante», apuntó el edil socialista, intentando zanjar una crisis en el seno del grupo socialista entre Echávarri y el mismo Giménez, que otros ediles socialistas afirmaron que existía.

Razones de salud

Pese a ser readmitida, la trabajadora de Cultura no podrá reincorporarse aún a su trabajo ya que estará un tiempo de baja por razones de salud que, según explicó ayer ella misma, nada tienen que ver con lo sucedido puesto que era algo previsto de antemano. «Me encantaría poder abrazar mañana -por hoy- a mis compañeros, que me han apoyado muchísimo, pero habrá que esperar. Les dejé (cuando fue despedida) una importante carga de trabajo sin comerlo ni beberlo. Estoy deseando volver a mi vida normal y a mi trabajo»,dijo.

Catalina Rodríguez aseguró que ha pasado los «diez o doce días peores de mi vida por todo lo que he tenido que escuchar, que leer y por una situación personal por la que estoy atravesando. No paro de pensar en ello porque me ha afectado a todos los niveles». Por esto, y aunque cree que perfectamente podría reclamar y pedir algún tipo de compensación por ese perjuicio, ya adelanta que seguramente dará carpetazo al asunto.

«Se me ha dañado a todos los niveles pero lo que quería era recuperar mi puesto. Creo que sería indemnizable por el daño moral pero ahora mismo no pienso en eso y no creo que vaya a hacer nada. Tampoco quiero echar más leña al fuego. Hay que ir paso a paso y cada cosa en su momento pero no está en mis planes ni denunciar ni nada. Quiero olvidarme de esta pesadilla, trabajar y trabajar, que bastante he tenido». La interina de Cultura confesó ayer que la recuperación de su puesto suponía para ella estar otra vez «en estado de shock», esta vez positivo.