Caluroso como la noche de la Cremà fue el recibimiento que las novias alicantinas tuvieron a su paso por las calles de Lisboa con sus llamativos trajes y mantillas, despertando la curiosidad de los portugueses pero también de turistas ingleses, franceses o alemanes que no cesaban de preguntarles por qué estaban allí, de dónde venían, qué estaban promocionando, y qué significan sus trajes y la música que marcaba su desfile. También numerosos españoles de otros puntos de la geografía que visitan Lisboa, muy concurrida este fin de semana, aprovechando el puente del Primero de Mayo las paraban para tomarse selfies con ellas, e incluso para pedirles que les dejaran ver, levantando un poco sus faldas, las enaguas y ahuecadores que tanto volumen dan a la prenda.

Porque el desfile despertó el interés por Alicante. Y eso que esta vez no hubo paella gigante para 1.500 personas al aire libre, como sí en Suecia, porque la normativa sobre comidas en la calle es restrictiva y el Ayuntamiento no dio su autorización para que se cocinara en la céntrica plaza del Rossío, donde está plantada una hoguera traída desde Alicante, y en cuyo pavimento de olas se inspira el diseño de la Explanada, pero ésta en color.

Había quien confundía la representación de las Hogueras con las Fallas pero allí estaban ellas para aclarar las dudas y reivindicar el peso de Alicante y de su fiesta. Como Aixa Escudero, de la comisión de Bulevar del Pla; Beatriz Sánchez, de Don Bosco; María Soriano, de Benito Pérez Galdós; y Marina Niceto, de San Blas, quienes iban dejando claro que «somos novias alicantinas».

Conscientes de la importancia de estos días de difusión de las Hogueras y de otras fiestas de la provincia y de la suerte que han tenido de que sus convivencias coincidan con la promoción turística, se extendieron por las calles, por grupos, como una mancha de aceite para repartir más de 10.000 trípticos descriptivos de la Fiesta en portugués e inglés. Apoyaron esta acción con explicaciones en castellano o inglés sobre el monumento, la música, la pólvora. En resumen, sobre Alicante y el fuego, cuyo empuje personificado en las novias alicantinas se entremezcló con sonidos de fado que se oían en las calles y que salían de las cafeterías, avivando a su paso la melancolía de la música atlántica con las notas de «A la llum de Les Fogueres».

«Las novias», como algunos decían a su paso, pudieron lucirse. El pronóstico erró y la lluvia no estropeó las mantillas, como ellas temían. Más de 80 alicantinas entre la Bellea del Foc, sus damas y las candidatas al cetro de las Hogueras en la gala que se celebrará el 13 de mayo tomaron a primera hora la plaza del Comercio, la más importante de Lisboa, en la que estuvo el palacio real destruido por el terremoto de 1755, episodio que recuerda la estatua ecuestre central del rey José I, al mando durante el seísmo.

Luego las alicantinas, acompañadas por el alcalde Gabriel Echávarri, la edil de Turismo, Eva Montesinos, el diputado Eduardo Dolón y el concejal tránsfuga Fernando Sepulcre, así como por el presidente de las Hogueras, Manuel Jiménez, entre otros, recorrieron una concurrida rúa Augusta, calle comercial que desemboca en la plaza del Rossio, donde la foguera «Fiestas de la Costa Blanca» hizo las delicias de los niños lisboetas con sus cartelas en portugués y sus ninots.

La expedición, formada por 177 personas, regresa esta tarde.