¿Despedida por ser cuñada del portavoz del PP, Luis Barcala? El Ayuntamiento notificó ayer a la técnico de museos Catalina Lutgarda Rodríguez Hernández, funcionaria municipal interina desde el 8 de noviembre de 2010, su despido tras haber finalizado, según el decreto del concejal de Recursos Humanos, el motivo por el que se le contrató, que fue la preparación de la apertura del Museo de Arte Contemporáneo (Maca) y del Centro Cultural Las Cigarreras.

Casi siete años después, el Ayuntamiento argumenta ahora, dos días después de que el PP denunciara el martes ante Fiscalía al alcalde, Gabriel Echávarri, por el caso del fraccionamiento de contratos en la Concejalía de Comercio que dirige el primer edil, que han desaparecido los fundamentos de su contratación, por lo que se considera que el trabajo de la técnico interino ya ha acabado después de que ambos centros culturales lleven seis años abiertos.

Catalina Lutgarda Rodríguez se incorporó al Ayuntamiento en 2010 junto a otras siete personas para el mismo cometido y, de momento, sólo ella se va al paro. Ayer el PP condenó el despido al vincularlo directamente con que la técnico es cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala, enfrentado al alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, que desde el martes se enfrenta a una denuncia del PP ante Fiscalía acusado de un presunto delito de prevaricación administrativa por el asunto del fraccionamiento de contratos menores en la Concejalía de Comercio.

El Grupo Municipal Popular condenó ayer el cese de la funcionaria interina. «No nos cabe la menor duda de que se trata una acción de pura venganza contra el PP por la labor de oposición que está realizando, y que se trata de un ajuste de cuentas demostrando que quienes dirigen este Ayuntamiento no tienen ni talla moral ni categoría alguna para el ejercicio de su cargo».

Según los populares, «los constantes ataques de ira de Gabriel Echávarri, sus estados de euforia y bruscos bajones de ánimo, sus idas y venidas, todo eso se queda corto al lado de la cobardía y de la bajeza moral que con un acto como éste ha demostrado y que le hace indigno, no sólo como alcalde de Alicante sino como persona. El tratar de vengarse en terceros por el mero hecho de impedir que la oposición haga legítima y legalmente su trabajo le descalifica y le desautoriza a todos los niveles. Ni Echávarri podía haber aspirado nunca a más ni los alicantinos podíamos habernos merecido nunca menos», subrayó en su nota el grupo municipal del PP que lidera Barcala, cuñado de la funcionaria interina despedida.

El PP advirtió de que «el Ayuntamiento tiene un problema cobijando no sólo al alcalde menos votado de su historia, sino al peor, y lo más grave es que Alicante tiene un problema mayor porque no sólo se trata de una persona incapaz sino que es alguien que no tiene escrúpulos en abusar de su autoridad para hacer daño». Los populares recuerdan que en las últimas semanas Echávarri «ha amenazado y ha intentado coaccionar a la oposición quitándole sueldos y ahora ha dirigido su ataque directamente a familiares de concejales en la oposición». Una circunstancia «muy grave y que deja en evidencia lo que es esta persona».

A su vez, el Grupo Popular hizo copartícipe de estas actitudes y de «injustas y caciquiles» a sus socios de gobierno «que apoyan y amparan los patéticos delirios del alcalde con tal de mantenerse en el poder», un poder que, por cierto, «no ejercen para cumplir sus compromisos del pacto de gobierno que suscribieron con los alicantinos».