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Uno de cada cuatro adictos al juego en la provincia es menor de edad

Internet y los «smartphones» han cambiado en los últimos años el perfil de quienes abusan de los juegos de apuestas

Los teléfonos móviles han hecho descender la edad de quienes sufren problemas de adicción a los juegos de apuestas. EROS Sánchez

Internet y los teléfonos móviles están cambiando el perfil de los adictos a los juegos de apuestas en la provincia de Alicante. La ruleta o el póker on line están sustituyendo paulatinamente a los tradicionales salones de juegos y los «smartphones» lo han puesto muy fácil. Hoy en día cualquiera puede acceder desde su teléfono, en cualquier lugar y momento del día, a una plataforma de apuestas. Esta irrupción de las tecnologías en el mundo de las apuestas está haciendo descender de manera alarmante la edad de quienes sufren un problema de adicción. Tanto que en la actualidad un 25% de quienes solicitan ayuda para dejar de jugar son menores de edad, según datos aportados por la asociación Vida Libre, que en el último año ha atendido en la provincia de Alicante a casi 170 personas por problemas de adicción al juego.

«El perfil ha cambiado mucho. Hace unos años la media de edad del adicto era de entre 40 y 50 años. Ahora se sitúa entre los 18 y los 30 años y una cuarta parte de las asistencias son para chicos menores de edad», señala Antonio Castaño, presidente de Vida Libre.

El problema es más alarmante si se tiene en cuenta que, desde que comienzan a jugar hasta que reconocen que tienen una dependencia, pueden pasar años. «A nosotros han llegado chicos de 17 años e incluso de 15» incapaces de controlar su adicción. Y es que en un principio, por norma general, el afectado tiende a negar que exista un problema, incluso cuando los síntomas son evidentes, porque los expertos recuerdan para que exista adicción debe haber deterioro.

«El adicto al juego patológico suele mostrarse irritable cada vez que se aborda el tema, discute con frecuencia con sus familiares, llega tarde a cualquier sitio y no se relaciona con nadie porque puede tirarse hasta 6 horas delante del ordenador jugando sin parar». Castaño vincula además el abuso a los juegos on line con otro tipo de adicciones de reciente aparición, por ejemplo a las redes sociales, a los juegos on line o al WhatsApp.

No obstante, pese a esta hegemonía de las apuestas a través del teléfono móvil o del ordenador, Antonio Castaño recuerda que el papel de los tradicionales salones de juego en este problema sigue siendo importante, también entre los adolescentes.

«La ley se incumple y se está permitiendo la entrada a estos espacios de los menores de edad», denuncia el responsable de Vida Libre. Precisamente, cuenta Castaño, en alguna ocasión han sido los propios profesores los que han lanzado la voz de alarma tras ver a alguno de sus alumnos entrar y salir de estos establecimientos. El experto reclama en este sentido un endurecimiento de las leyes, similar a lo que ocurrió hace unos años con el tabaco. «No sé a qué están esperando las autoridades, tenemos una legislación muy vieja y ya no es útil para atajar este problema».

El responsable de Vida Libe recuerda además que el abuso hacia el juego «ya está reconocido como una adicción más, similar a la del tabaco o el alcohol». Así se recoge en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), que periódicamente edita la Asociación Estadounidense de Psiquiatría y que sirve como obra de referencia para psiquiatras y psicólogos de todo el mundo.

En la provincia de Alicante se están dando ya los primeros pasos para tratar de atajar este problema. Y es que la preocupación en los centros escolares por el creciente número de alumnos enganchados a juegos online ha llevado a que la Diputación provincial vaya a iniciar este año un programa de talleres en institutos de la provincia y con asociaciones de padres orientados a prevenir este tipo de situaciones entre los jóvenes.

Aunque la edad de las personas que sufren adicción al juego está bajando en los últimos años, lo que sí se mantiene invariable es la enorme diferencia entre sexos. «De las 168 asistencias por juego patológico en el último año, 160 fueron hombres y 8 mujeres», señala Castaño.

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