La más antigua cofradía de Alicante, que data de 1418, tenía una imagen venerada por los marineros que la invocaban para obtener protección y no caer cautivos de los piratas, pero se la robaron los ingleses, por lo que encargaron una nueva en 1710 al escultor Bautista Vera. Pasto del fuego en la quema de conventos de los años 30 del pasado siglo, fue rescatada de entre las cenizas, se restauró y su rostro es el de la actual Virgen de la Soledad, que salió anoche en procesión por el Casco Antiguo y el centro de Alicante.

La imagen fue vestida por el indumentarista José Espadero y por las monjitas del Convento de la Sangre, en donde tiene su sede esta histórica cofradía. Salió la Virgen de la Soledad «La Marinera» sobres los hombros de los integrantes de la tuna de Derecho de Alicante, que son sus costaleros, quienes la rondaron el sábado pasado en el convento. Iba realzada por sus candelabros de cola, una hilera de cirios delante y un adorno de flores blancas sobre el trono de plata repujada.

Completaba la procesión el Cristo del Divino Amor, portado por estudiantes de Derecho de la Universidad de Alicante, y antiguos alumnos del colegio Aitana, que fue recibido, como la Virgen, por saetas a la su salida del convento, a su paso por la Rambla en la Carrera Oficial y cuando alcanzaron la plaza de la Santísima Faz.

También vistió Espadero a Nuestra Señora de la Esperanza Coronada, talla del imaginero sevillano Castillo Lastrucci (1943).

Estrenaba la Virgen saya blanca de tisú de plata en el 25 aniversario de la primera salida a costal. Jesús del Gran Poder lucía túnica nueva en terciopelo de seda expresamente confeccionada para el Señor. Salieron entrada la noche desde su sede en la parroquia de la Misericordia, en San Antón, y continuaron la marcha hacia la Rambla con una doble revirà, primero en la calle Trafalgar y después en Miguel Soler. Esta hermandad que tiene como camarera de honor a la reina Sofía y el título de real, por lo que la corona real se ha incluído este año en el estandarte, continuó una vez pedida la venia hasta la Concatedral de San Nicolás, donde hizo Estación de Penitencia tras entrar por la Puerta Negra.

Se trata de una procesión inspirada en Sevilla, con tronos a costal y un ambiente de incienso único en la ciudad gracias a la mezcla de ingredientes traídos de los países árabes. La primitiva imagen de la Virgen se perdió en el incendio del convento de San Francisco en los años 30. La actual fue coronada canónicamente en 2011, siendo la única Dolorosa con este título en Alicante. Ambas procesiones entraron con algo de retraso en la Carrera Oficial, y hubo problemas, según la Junta de Hermandades, en la calle Mayor, donde el gentío dificultaba el paso de los tronos ante la falta de presencia policial.