Si sus niños o sus mascotas tienen por costumbre salir corriendo detrás de las palomas de las plazas de Alicante y espantarlas, cuidado. A no mucho tardar esta acción puede costar al bolsillo del ciudadano 210 euros, que es la multa que contempla la nueva ordenanza de parques y jardines elaborada por el grupo Guanyar, que junto a PSOE y Compromís, dirige el Ayuntamiento de la ciudad, y que el concejal responsable quiere llevar a la aprobación inicial del pleno este mes o en mayo.

Espantar las palomas, pájaros y cualquier otra especie de aves o animales bajo pena económica está recogido en el articulado. Así como perseguir a las aves y otros animales, «o tolerar que los persigan perros u otros animales». Alicante se sumará así a otras ciudades que castigan el susto a las aves como Barcelona, Valencia, Vitoria, León o Avilés. Se trata de una ordenanza que pretende cuidar las zonas verdes, así como las especies vegetales y animales de Alicante, tal y como avanzó cuando la ordenanza recibió el visto bueno inicial de la Junta de Gobierno el edil Víctor Domínguez. También explicó que la norma pretendía erradicar plantas invasoras, de las que se habían detectado 17 especies en el término municipal, y animales considerados extraños como cotorras, galápagos americanos y arruís, estos últimos sobre todo en la zona de partidas rurales.

El punto referido a espantar palomas ha recibido una propuesta de modificación del grupo municipal popular, que pide que se vuelva a redactar y que se limite a la prohibición de capturar o cazar cualquier tipo de animal, eliminando el resto del enunciado.

La ordenanza castiga con 210 euros pescar y arrojar cualquier tipo de desperdicio a los estanques y fuentes, así como la alimentación de los animales, y el depósito de alimentos para este mismo fin. En las zonas verdes no se podrá tener armas de caza ni de aire comprimido, ni tiradores de goma, redes para coger las aves o cepos, todo ello bajo multa de 210 euros.

La norma también se acuerda de los dueños de mascotas. Realizar su aseo en espacios y zonas verdes o introducirlos en fuentes ornamentales tendrá una multa aún mayor, de 300 euros.

Guanyar también quiere extremar el cuidado de las especies vegetales con la prohibición expresa de trepar o subir a los árboles. Si su niño tiene esa afición, más vale que se la quite. La sanción para el bolsillo será asimismo de 210 euros. La misma que pelar o arrancar cortezas, clavar puntas en los troncos de árboles o atar columpios, escaleras, andamios y, ojo, bicicletas, ciclomotores o carteles, algo que se ve a menudo por las calles y plazas ajardinadas de Alicante. Y sepan que si cortan flores, ramas o especies vegetales de los jardines públicos les pueden caer 300 euros, lo mismo que hacer prácticas deportivas o los picnics en praderas al entender que son prácticas lesivas; y que instalar en los árboles tendidos eléctricos y registros. Lo más caro, 510 euros, la tala, el trasplante y la poda de árboles desarrollados, y arrancar y partir los más jóvenes.