Los cambios demográficos tienen su reflejo en los hogares. En los últimos años han ido ganando peso las personas que viven solas y actualmente en la Comunidad son 517.000 hogares unipersonales, según la encuesta continua de hogares, publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Tal es el aumento en los últimos años que ya superan en la Comunidad a los hogares formados por una pareja con un hijo y que son 330.000 y a los formados por una pareja con dos hijos, 297.000.

«Esta tendencia obedece al aumento de los procesos de individualización y la aparición de nuevos fenómenos, como el de los singles o el de aquellas parejas que deciden vivir en casas separadas», señala Raúl Ruiz Callado, profesor de Sociología en la Universidad de Alicante. También guarda relación con el constante aumento de la esperanza de vida. «Cada vez somos más longevos y ha habido un cambio de tendencia. Antes, después de enviudar lo normal era que el padre o la madre se parcharan a vivir con los hijos. Hoy preferimos quedarnos en nuestra casa». Un cambio social que tiene su mayor aspecto negativo «en el incremento de problemas derivados de la soledad, cuando esta no es deseada, y de la dependencia».

Con todo, en el último año el mayor aumento ha sido el de hogares monoparentales en los que convive uno de los dos progenitores con sus hijos. Actualmente, en la Comunidad hay 220.000 hogares de este tipo, frente a los 199.000 del año anterior.

El aumento de separaciones y divorcios está detrás de esta tendencia, añade Ruiz, «pero también por el creciente número de personas que deciden afrontar la paternidad en solitario».

El número de hogares en la Comunidad Valenciana durante el año 2016 bajó un 0,2 %, según la encuesta continua sobre hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la que se refleja que la media de personas por hogar en la región es de 2,45, por debajo de la media (2,50). El 25,9 % de los hogares de la Comunidad están ocupados solo por una persona y el 30,2 por dos personas, según la encuesta nacional, que refleja que Castilla y León y Asturias son las comunidades en las que más ha bajado el número de hogares y Murcia es en la que viven más personas de media por hogar (2,72).