El cuso que viene la totalidad de los colegios públicos de la ciudad de Alicante tendrán la jornada continua escolar, a excepción del Ramón Llull en el distrito escolar del centro urbano, cuyo proyecto de cambio de horario ha sido rechazado por la Conselleria de Educación al no cumplir con todos los requisitos y seguirán con su actual horario, el tradicional de la jornada partida.

Los otros siete colegios públicos que abrieron sus urnas ayer, en su mayoría hasta las 19:00 horas, lograron el respaldo mayoritario exigido por la orden que regula la jornada continua: el 55% de votos afirmativos de todos los padres del censo de cada centro escolar.

A falta de que la conselleria confirme los resultados oficialmente, el cambio de horario se llevará a cabo a partir del próximo mes de octubre en los colegios Azorín, Carlos Arniches, Prácticas-La Aneja, Gloria Fuertes, Gastón Castelló y José Carlos Aguilera, además de en la Escuela Infantil el Tossalet.

Segundo intento

El colegio Azorín lo intentó el curso pasado, pero la votación del Consejo Escolar, previa a las votaciones de los padres, echó para atrás el proyecto y lo demoró un año más. De un censo de 1.053 padres eran necesarios 580 votos para ratificar la jornada.

A primera hora de la mañana tenían ya 300 votos en diferido y un centenar presenciales.

«Para organizar el centro no es tanto cambio, pero quizá sí para las familias, que dispondrán de distintas opciones para recoger a sus hijos, a las 14:00 horas el que no se quede a comer; a las 15:30 tras el comedor porque hay varios turnos; y a las 17:00 horas los que se queden a extraescolares, como explica la directora del centro.

Estas actividades, gratuitas, contemplan una decena de talleres semanales que incluyen cine, juego libre, estudio, juegos populares, actividades dirigidas en inglés, relajación y habilidades sociales, entre otros.

En el centro reconocían que de esta forma los padres se han informado con mayor profundidad, y entre los consultados a pie de urna predominaba una sensación de incógnita sobre el resultado final.

Aunque a Rubén le parecía que iba a ganar el sí, no dejaba de apuntar su contrariedad al respecto. «Que estén hasta las dos del mediodía sin comer los niños no me parece lo más adecuado, no están pensando en ellos. Creo que no se piensa para nada en los niños, sino en los maestros, y he votado que no al cambio de horario», insistía.

«Yo dejaría las cosas como están, porque nos hacen pensar en la figura del profesorado saliendo a las 14:00 horas a su casita, y a los que no trabajamos esas horas no nos parece adecuado», subraya recordando a su hijo.

Por contra, a Antonio y Sandra, con un bebé en brazos y otro que han dejado en el colegio les parece mucho mejor el cambio de horario. «A nosotros nos parece mucho más adecuado para los niños», dicen.

Imposición

También reclaman este mismo proceso de votaciones para la elección del plurilingüismo «¿porqué tienen que imponer las asignaturas en una lengua?, se queja Sandra.

Lorena se echaba las manos a la cabeza pensando que tardaría en votar, con tanta gente como tenía por delante, pero la cosa fue muy ágil finalmente.

También le importaba «poder votar la lengua en la que aprenden los niños, aunque estoy a favor de cómo se enseñan aquí en valenciano». No obstante, que vayan a pasar a dar la práctica totalidad de las asignaturas en valenciano lo considera algo exagerado: « ni tanto, ni tan calvo. La lengua es importante, pero no hay que pasarse, y creo que se podría dar alguna otra materia en inglés, explicó.

Ha votado que sí, pero también reconoce que acabar a las 14:00 las clases y ponerse a comer, «les va a costar la adaptación a los niños porque a la una estarán hambrientos y queriendo salir, aunque creo que se adaptarán bien, y nosotros también».

Cambio

Ha apuntado a su hijos a extraescolares, porque piensa que los dejará para hacer alguna actividad. «Voy a tener que tirar de algún familiar para que los recoja si yo no llego a las 15:30, pero tampoco va a ser un cambio demasiado grande», concluye.

Germán y Gisel quieren que cambie el horario porque su hijo necesita más tiempo de siesta, como explican. «No se queda a comedor, así que por la tarde ya no venía a clase. Ahora le podremos llevar a Logopedia por las tardes». Aseguran que volver por la tarde no es molestia para ellos, que lo que quieren es poder «seguir el ritmo del nene. Y a él le viene bien otro horario», concluyen.