La decisión de la Concejalía de Protección Animal que gestiona la edil de Guanyar Marisol Moreno de instalar la perrera municipal en la finca municipal El Roal de Tángel quita el sueño a los vecinos de la pedanía que ven cómo la tranquilidad de la que disfrutan hasta ahora puede finalizar debido a los ladridos de las decenas de perros que presumiblemente acogería el servicio. Desde hace años, en esta parcela se ubica el Arca de Noé, el centro de recuperación de animales que gestionaba Raúl Mérida y cuyo servicio no ha sido prorrogado por el Ayuntamiento. Con todo, tal como publica hoy este diario (ver página 3), un juzgado ha suspendido el cierre de forma cautelar. Los vecinos de Tángel defienden el mantenimiento del Arca de Noé asegurando que no les molesta «más allá de oír de vez en cuando rugir a algún león· tal como señala Manuel Martínez, cuyo chalé está pegado al centro de recuperación de animales. Además, este servicio atraía a muchos colegios y visitantes. Los vecinos aseguran estar dispuestos a todo en su oposición a la instalación allí de la perrera.