Uno de los policías que acudieron a Novocar la noche del asesinato declaró ante el juez que en esos momentos Miguel López ya estaba hablando por teléfono con un abogado, según su declaración judicial a la que ha tenido acceso este diario. La noche del 9 de diciembre todas las personas que se encontraban en Novocar en el momento del asesinato estaban controladas por la Policía mientras les realizaban la prueba de la parafina para comprobar si alguno tenía residuos de disparo.

El testigo fue uno de los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana que esa noche se desplazó al lugar de los hechos. Según declaró al juez, Miguel López estaba «muy nervioso» y hablando por teléfono, marchándose hacia la parte trasera del taller en varias ocasiones, motivo por el que le tuvo que llamar la atención. En alguna ocasión le llegó a sorprender junto a un baño. En una de esas llamadas, según dijo, Miguel López llamó a un abogado y emplazó al agente a que se pusiera al teléfono para hablar con él, algo a lo que el funcionario se negó. «No tengo que hablar con él para nada», aseguró. Posteriormente, según su declaración, López se puso en contacto telefónico con un policía, también con la intención de que hablara con él. El funcionario aseguró que le dijo a su interlocutor que no podía decirle nada, que había ocurrido un hecho grave y que no viniera. El agente relató que aún así se presentaron el abogado y el policía, pero no les dejaron entrar. El agente señaló que Miguel López repitió más de 20 veces que se había marchado del lugar diez minutos antes de que pasara todo, como «mostrando una coartada».

El funcionario aseguró que el atestado en el que se hacía constar que el encargado del lavadero, Herminio Fuentes, encontró a María del Carmen Martínez viva cuando recogía su coche nada más llegar al lavadero, era un error y que estaba mal expresado porque daba a entender algo que no es y que en todo momento Herminio les dijo que la encontró malherida. También manifestó que los empleados les dijeron que las cámaras de seguridad se habían quitado unas semanas antes.