La Fiscalía ha pedido al juez que investiga el asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, que indague si Miguel López, yerno de la víctima y sospechoso del crimen, usó teléfonos prepago en las fechas posteriores al crimen, según confirmaron a este diario fuentes del Ministerio Público. Tras el asesinato, la Policía detectó que las comunicaciones telefónicas de Miguel López cayeron notablemente y apenas se comunicaba con otros miembros de su familia, por lo que la diligencia pedida perseguiría buscar si el sospechoso tenía medios alternativos para comunicarse y burlar de esta manera el control policial. La petición ha sido entregada al instructor del caso, el magistrado José Luis de la Fuente, que ahora deberá determinar si la acuerda o no. Después de que casi todos los testigos hayan pasado por el juzgado, el Ministerio Público sigue buscando más indicios que acrediten si el investigado tuvo una conducta sospechosa en las fechas inmediatamente posteriores al crimen.

María del Carmen Martínez murió asesinada de dos disparos en la cabeza la tarde del 9 de diciembre en las instalaciones de Novocar, una empresa de automoción de Alicante perteneciente al grupo familiar y que regenta su yerno, mientras recogía su coche. Desde los primeros momentos, la Policía sospechó que el móvil del crimen eran las tensiones familiares a cuenta de los enfrentamientos por el control de las empresas del grupo. Por este motivo, el juzgado autorizó los pinchazos telefónicos de las tres hijas de la víctima, sus respectivos maridos y sus hijos. De estas escuchas se excluyó al primogénito de la familia, Vicente Sala Martínez, así como a su esposa y sus hijos.

Sin embargo, los pinchazos apenas se prolongaron en el tiempo, dado que las conversaciones intervenidas no arrojaron nada relevante para las pesquisas. Los investigadores detectaron no obstante que las llamadas en el círculo familiar de Miguel López se redujeron notablemente. Desde la Fiscalía se ha pedido al juez que se investigue si el sospechoso pudo usar teléfonos prepago para realizar llamadas que no pudiera escuchar la Policía. Los investigadores también apuntaban a que la familia intuía que tenía los teléfonos intervenidos y, de hecho, consideran que algunas de las conversaciones de Miguel López estaban encaminadas a desviar la atención de la Policía hacia otras líneas de investigación, como los negocios en Sudamérica e incluso hacia su cuñado, Vicente Sala Martínez.

Los datos de los teléfonos móviles y de sus posicionamientos de los momentos inmediatamente posteriores al crimen ya fueron investigados. Del análisis de esta información, la Policía concluyó que nadie iba siguiendo a María del Carmen Martínez cuando salió a recoger su coche, de lo que concluyen que el asesino era una persona que sabía dónde iba la víctima. Otra información de los teléfonos usada por la Policía en la investigación fue el tráfico de llamadas del teléfono de Miguel López. Según el sumario, durante el día del asesinato de María del Carmen Martínez, el sospechoso usó su teléfono móvil un total de 456 veces, tanto para llamadas como para conexiones de datos. Durante la hora en la que tuvo lugar el crimen no lo usó ni una sola vez. Tras esta inactividad, el sospechoso consultó su teléfono nada más llegar a la finca familiar desde el trabajo. El fiscal quiere ampliar la información del terminal telefónico del sospechoso a fin de determinar si aparecen datos relevantes para la investigación.

El juzgado está a la espera de que desde la defensa se proponga las pruebas que considere pertinentes para tratar de exculpar a Miguel López. Asimismo, el lunes la acusación particular que ejerce Vicente Sala Martínez presentará su recurso contra la decisión del magistrado de dejar a su cuñado en libertad bajo fianza.