Tras el susto llegaba la indignación. Afectados por las inundaciones de la playa de San Juan se quejaban ayer del trato recibido en el teléfono de emergencias 112. «Cuando llamé me preguntaron por dónde me llegaba el agua», explicaba Manuel García, quien reside en una de las urbanizaciones anegadas en la avenida Costa Blanca. «Cuando les dije que por el tobillo -relata García- me contestaron que la situación no era de emergencia, que volviera a llamar cuando me llegara por lo menos por las rodillas». Este residente asegura que esta conversación quedó grabada en el 112.

Una situación similar vivió María Rosa García, vecina del bajo en los apartamentos Playa, en la avenida de Niza. «Tenía un palmo de agua en la casa y me dijeron que la situación de momento no entrañaba riesgo para nadie, por lo que volviera a llamar más tarde».

Fuentes del 112 defendieron el protocolo de actuación llevado a cabo y explicaron que existe una pregunta referente al nivel del agua y está ligada principalmente «a la existencia de algún peligro en la zona inundada». Los niveles, explican las mismas fuentes, «son los establecidos por bomberos porque las bombas de achique no actúan si no es una altura por encima de la rodilla». Según el procedimiento habitual, «si no existe ningún peligro o riesgo en el inmueble inundado se recomienda la gestión privada». Si existe peligro, como por ejemplo que hay un cuadro de luces o posible desprendimiento, «sí se realiza el aviso a bomberos o Policía Local». Desde el 112 precisaron que el lunes se gestionaron un total de 514 incidentes relacionados con las lluvias en l'Alacantí. De ellos, 266 tuvieron lugar en la ciudad de Alicante.