Las declaraciones ante el juez que investiga el asesinato de la viuda de Vicente Sala reflejan que en los días previos al crimen el sospechoso se comportó de un modo inusual e hizo cosas que los empleados de Novocar, el negocio de automoción del grupo familiar donde fue tiroteada María del Carmen Martínez, jamás habían visto. Una de ellas, y que fue uno de los indicios en los que se apoyó la Policía para pedir la detención del yerno de la víctima, fue el hecho de que Miguel López enviara al encargado del lavadero, Herminio Fuentes, a llevar muebles a una nave en la avenida de Elche.

Según manifestó este testigo, que está de baja a raíz de los hechos, en los más de cinco años que llevaba trabajando en Novocar, su cometido jamás fue llevar muebles. Su labor consistía en estar en el lavadero y ocasionalmente realizaba algún recado, como llevar coches a pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) o recoger material del taller. La Policía cree que con este encargo el sospechoso buscaba garantizarse que no tenía testigos para cometer el crimen la tarde del 9 diciembre. A lo largo de esa semana, María del Carmen Martínez acudió a Novocar a recoger hasta tres vehículos diferentes: el lunes, el miércoles y el viernes. Los investigadores sospechan que el lunes de esa misma semana, Miguel López pudo haber intentado perpetrar el asesinato. Durante los días de esa semana, Herminio aseguró ante el juez que su jefe tuvo un comportamiento extraño y un nerviosismo que nunca le había mostrado en los años que le conocía.

La semana del asesinato Herminio fue enviado en dos días diferentes a cargar muebles: el lunes y el viernes. El empleado relató al juez que el lunes, Miguel López, le encargó esa faena el lunes, pero no tuvo tiempo de terminar ese día. Por ello, el miércoles se dispuso a seguir cargando pero Miguel le dijo que no era necesario continuar y que ya le diría cuándo hacerlo. El gerente de Novocar le volvió a encomendar de nuevo el traslado de muebles el viernes, justo en los momentos en que se produjo el asesinato. En los dos días tuvo que hacer dos viajes.

No fue el único incidente inusual que vio esa semana. El testigo relató al juez que el lunes por la mañana terminó de lavar un coche de María del Carmen tras lo que lo estacionó en el parking de las instalaciones. Al llegar por la tarde, se encontró el coche de la viuda del expresidente de la CAM aparcado dentro del lavadero otra vez, por lo que tuvo que sacarlo para ponerse a lavar otro coche. Fue en ese momento cuando llegó Miguel López encargándole el recado de los muebles. Incluso llegó a apremiarle para que lo hiciera, dejando los vehículos sin terminar de repasarlos bien. Herminio explicó al juez que el sospechoso le dijo que iba a entregar a su suegra el coche en el lavadero, porque ella era muy desconfiada y no se creía que se los llevaba sin limpiar.

El encargado del lavadero dijo que María del Carmen nunca le había trasladado ninguna queja porque le dejara los coches sucios, aunque admitió que unas semanas antes, un día que no trabajó por asuntos médicos, hubo un conflicto porque se le dio el coche sin limpiar y finalmente fueron otros compañeros del taller los que tuvieron que hacerlo. El testigo confirmó que los coches nunca se habían entregado en el lavadero.

Otros hechos inusuales que apreció Herminio en el sospechoso fueron detalles como que le hubiera ayudado a poner la matrícula de un coche, e incluso a cargar los muebles para que fuera más deprisa. Incluso el lunes le dijo que podía marcharse a casa cuando acabara con los muebles, algo que también le pareció extraño.

Según la declaración de Herminio, el día del crimen, el coche de María del Carmen Martínez se quedó lavado hacia las once de la mañana y, como siempre, lo dejó en la zona de aparcamiento. Por la tarde, Miguel López le encargó que continuara con el traslado de muebles, tarea que acabó hacia las 18.55 horas. A su llegada al lavadero, encontró el coche dentro del lavadero y una silueta con el rostro ensangrentado junto a él tambaleándose y que confundió con un hombre, ya que había poca visibilidad al estar la luz apagada. A continuación fue a pedir ayuda a otros compañeros del taller y fue cuando descubrieron su identidad.

Sin embargo, pocos minutos después se ratificó a preguntas del abogado de la defensa, en la declaración que hizo a los primeros agentes de la Policía que llegaron a Novocar, donde sostuvo que se encontró a María del Carmen viva recogiendo su coche al llegar y que se fue al taller a coger unos recambios. Al volver, según esa declaración, se encontró con la silueta ensangrentada. Los agentes que tomaron declaración a Herminio han sido citados para el martes para que aclaren estos extremos, ya que, el sumario refleja que a esa hora Miguel López ya estaba en casa.