Grabaciones del negocio de automoción donde fue asesinada María del Carmen Martínez desde todos los ángulos en que se encontraban los posibles testigos (nadie vio nada, salvo a la víctima mortalmente herida) la tarde del 9 de diciembre, cuando fue asesinada de dos disparos en la cabeza en el interior del lavadero cuya luminosidad con la luz apagada, como se encontraba aquel día, fue también comprobada anoche.

Es el resultado de las cuatro horas de trabajo en Novocar que ayer empleó la Brigada de Policía Científica de la Comisaría Provincial que dirige la inspectora jefe Marisol Conde en las dos inspecciones oculares acordadas por el magistrado José Luis de la Fuente, instructor de la investigación del crimen de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala.

Desde primeras horas de la tarde (la primera de las inspecciones estaba señalada a las 16.30 horas) agentes de la Policía Científica con cámaras y trípodes en ristre recorrieron todos las dependencias de este negocio propiedad de los Sala y regentado por Miguel López, yerno de la víctima y encarcelado como sospechoso de su muerte desde el pasado 10 de febrero.

En presencia también del fiscal José Lloré, de la defensa de Miguel López y de los letrados de Vicente Sala, por un lado, y de sus hermanas Mar y Antonia, por el otro, las dos acusaciones particulares personadas en este proceso, los agentes comenzaron la faena por la sala donde se encuentran expuestos los vehículos a la venta para comprobar la visibilidad que desde ese punto tenían los empleados que se encontraban allí.

La comitiva, a la que posteriormente se unió el comisario jefe provincial, Alfonso Cid, y el responsable de la Brigada de Policía Judicial de Alicante, Antonio Selva, se desplazó a continuación a la zona de administración, donde se volvieron a tomar imágenes, para seguir por el taller. Unas dependencias contiguas al lavadero donde se cometió el crimen y que se tuvieron que abrir expresamente para las inspecciones de ayer dado que en ellas no se presta en la actualidad ningún servicio.

Israel Fernández, el jefe de taller, el primero en socorrer a la víctima y quien avisó a Miguel López de lo que había sucedido, se despidió poco después del crimen y los otros tres trabajadores (uno de los cuales, Herminio Fuentes, fue el primero en ver a su jefa malherida y pidió ayuda a Israel) se encuentran en la actualidad de baja.

Una recreación idéntica

Dentro, en las dependencias del taller, se colocaron los coches en la misma posición que estaban aquella tarde del 9 de diciembre, lo que también se hizo con los vehículos estacionados en el aparcamiento, entre los que se encontraba el Porsche Cayenne en el que María del Carmen fue tiroteada y que a media tarde fue introducido en el lavadero situándolo exactamente igual que el día del crimen.

Desde el taller y hasta la zona del aparcamiento y el lavadero, además de grabarse, se midieron también los trayectos y se puso especial atención por parte de los investigadores en la distancia en línea recta entre el taller y donde se encontraba el Cayenne de la víctima. Un recorrido que el sospechoso realizó aquella tarde en compañía de Israel, cuando María del Carmen estaba ya supuestamente herida de muerte, según la Policía, pero dando un rodeo que podía haber evitado ya que no había ningún vehículo u obstáculo que se lo impidiera. La Policía sostiene que lo hizo para evitar que su empleado se percatara de lo ocurrido en el lavadero.

Después de más de dos horas en las que se realizó un recorrido exhaustivo por todas las dependencias, en las que se contabilizaron tres cuartos de baño entre la zona exterior, donde se ubica el aparcamiento y el lavadero, y el despacho de Miguel López, la comitiva hizo un receso para esperar a que anocheciera y llegara la hora marcada para la segunda inspección: las 19,44. Momento en que se daban las mismas condiciones lumínicas que la tarde del crimen. Hasta la fase de la Luna se tuvo en cuenta.

Con las luces del lavadero apagadas, las cámaras trataron de captar la iluminación y visibilidad de tres momentos clave de aquella tarde: cuando María del Carmen y su hermana llegaron a Novocar a recoger su coche, sobre las 18.25 de la tarde; cuando Miguel López salió del taller junto a Israel y dieron un rodeo por los vehículos del aparcamiento; y finalmente el momento en que Herminio Fuentes regresó a la empresa de cargar unos muebles y se encontró con lo que él inicialmente identificó como un hombre ensangrentado en la oscuridad y salió a pedir ayuda. Ésta última grabación se realizó antes de la hora solar que correspondía, con el visto de las partes.

De llegar este asunto a juicio, las imágenes grabadas ayer podrán ser requeridas por los letrados tanto de las acusaciones como de la defensa, así como el fiscal, para su visionado por los miembros que compusieran el jurado popular.

Sin disparos

Finalmente no pudo practicarse la prueba solicitada por la defensa de Miguel López de realizar dos disparos en el lavadero con el fin de observar el fogonazo de la pólvora. Las fuentes consultadas por este diario precisaron que no se disponía de los medios necesarios para su práctica con la rigurosidad que requiere una instrucción judicial, unos medios que se van a intentar localizar por parte de la Policía para que esta prueba pueda practicarse en los términos solicitados. Uno de los handicaps con los que se encuentran los investigadores es el no saber cuál es el arma exacta que se utilizó en el crimen, así como las modificaciones introducidas por el tirador, tanto en la munición como el posible uso de un silenciador.