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Las otras víctimas del asesinato en Novocar

3 de los 10 trabajadores de la empresa están de baja, uno se ha despedido y el resto teme por la continuidad del negocio

María del Carmen Martínez, asesinada de dos disparos en la cabeza en el lavandero del negocio de automoción que regentaba su yerno Miguel López hasta que hace casi un mes fue encarcelado por su muerte, no es la única víctima de un suceso que mantiene en estado de shock a Alicante.

La identidad de la fallecida (la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala), el modo en que se perpetró el crimen y el hecho de que la Policía, el juez y el fiscal apunten al marido de la menor de sus cuatro hijos como el principal sospechoso ha provocado un tsunami que los trabajadores de Novocar temen que se acabe llevando por delante el negocio que les ha permitido vivir los últimos 15 años, una antiguedad media que en algunos casos se eleva hasta los 20.

Por si no fuera suficiente muestra de esta preocupación el semblante de los otrora subordinados de Miguel López durante su paso por el juzgado, por donde están desfilando para declarar como testigos, los números hablan por sí solos. De los diez trabajadores del negocio, cuatro están fuera de juego: tres por baja médica (Herminio Fuentes, Víctor Cuartero y Francisco Vicente García) y otro, Israel Fernández-Montes, el jefe del taller, porque se despidió tras el asesinato. Pidió irse, dio los quince días reglamentarios y se marchó.

Visto desde otro ángulo, ninguno de los cuatro empleados que formaban la plantilla del taller, dos de los cuales fueron los primeros en encontrar a María de Carmen Martínez herida de muerte al ser la zona más próxima a donde se produjo el asesinato, están en estos momentos en activo.

La mayoría de ellos han necesitado atención psicológica y desde que recibieron la citación para declarar en el juzgado la mayoría admitió que se les había disparado una ansiedad que vienen sufriendo desde la tarde-noche del 9 de diciembre pasado.

Pese a llevar años trabajando juntos, el crimen de la que consideraban su jefa ha provocado que algunos de ellos ahora ni se dirijan la palabra para evitar hablar de un suceso que ha marcado sus vidas y que prefieren no comentar.

Incertidumbre y angustia

Una angustia a la que se suma la incertidumbre sobre el futuro laboral de una plantilla cuya antiguedad oscila entre los 12 y los 20 años De momento, para prestar los servicios de taller, y ante la falta de trabajadores en este departamento, se ha recurrido a externalizar las tareas con otras empresas del sector.

Con todo, no es que los clientes abunden. Tanto en la zona del taller como en la venta de vehículos el descenso ha sido notable tras el asesinato y el revuelo que ha causado. La visitas a la exposición también se han resentido y se quejan de la atención mediática que hace que el caso esté siempre presente y que retrae a los clientes.

Pese al encarcelamiento de Miguel López, se afirma que la empresa no está descabezada y que todas las dinámicas de trabajo están en marcha.

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