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Opinión

Sin inversores no hay Zona Franca

Dos años hablando del proyecto y los promotores no han puesto sobre la mesa algún posible cliente atractivo

Sin inversores no hay Zona Franca

La que pasa por ser una de las iniciativas estrella de la Diputación para, al menos, poder ponerla en marcha este mandato, la flamante Zona Franca del Puerto de Alicante (proyecto que cambió casi al día siguiente del anuncio de César Sánchez para rebautizarse como algo a caballo entre el espacio libre de impuestos y un área para operadores logísticos), corre el riesgo de esfumarse como tantos y tantos anuncios relacionados con las infraestructuras en Alicante. Por mucho que lo intente el diputado Carlos Castillo, al que ha endosado el plan el presidente Sánchez, y por mucho que mañana se presente una hoja de ruta en el Marq, junto al ADDA, el recinto elegido por la Diputación para las grandes ocasiones, el informe remitido por P&W a la institución provincial no deja de ser una mera ampliación del que en su día hizo el instituto Ineca pero con más colores y textos. Nadie puede negar el esfuerzo de los que se han embarcado en esta ¿quimera?, pero lo cierto es que poco se ha avanzado desde que el pasado noviembre César Sánchez se felicitara tras sentar en una misma mesa a representantes de la patronal y de las administraciones que deben apoyar su iniciativa.

Nadie duda de que la provincia pueda ofrecer todas las posibilidades del mundo para acoger una gran área de actividades logísticas. Fue el sueño del PP y del PSOE cuando gobernaron con mayorías absolutas el Palau y nunca se llevó a cabo, y ahora parece que vuelve a complicarse, máxime cuando los propios promotores avanzaron que hablamos de un parto de, al menos, diez años y muchos de los actores no lo tienen claro. De Compromís y Guanyar, partidos clave hoy en el Consell, y del propio Ayuntamiento de Alicante, poco sabemos de sus intenciones reales.

Sol, buena temperatura, la EUIPO, el quinto aeropuerto de España... son argumentos que debieran avalar el que los inversores se pelearan por adquirir una parcela en algunas de la zonas identificadas por el informe de P&W. Amazon, Mercadona, Tesla, Tempe, Pikolinos, inversores chinos.... Mucho se viene hablando del asunto y es ahí donde parece que la Diputación ha pinchado en hueso. Sin inversores privados no hay zona franca ni área logística y, hoy por hoy, éstos han dado la espalda al proyecto, de ahí que el propio Castillo lanzara el lunes el mensaje significativo de que la reunión del Marq puede ser definitiva para seguir adelante o para que la Zona Franca inicie la misma deriva que en su día tomaron otros proyectos lanzados a bombo y platillo como, por ejemplo, aquel que iba a convertir el Puerto en la fábrica de biodiésel de toda Europa o el sempiterno sueño de la supermetrópoli Alicante-Elche.

Las multinacionales optan por el «glamour» de las grandes capitales y los hechos están ahí. Casi dos años hablando de la Zona Franca y solo tenemos un informe nada claro sobre la oportunidad de pelear por ella. Eso sí, pese a todo, el debate seguirá hasta final de mandato e, incluso, alguien la meterá en su programa electoral. ¿Se acuerdan de Ikea? Pues eso.

Barcelona y Vigo tienen la Seat y Citroën. Valencia cuenta con la Ford y hasta ahora no se planteado un macroproyecto como el de Alicante donde los temas van tan lentos que hemos tardado 12 años para reabrir la Lonja de Pescado del Puerto. Lo dicho, sin inversores, y de los grandes, poco se puede esperar.

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