Hasta el congreso nacional del Partido Popular ha llevado Lorenzo Medina su lucha porque en España se legalice la gestación subrogada. Él y su pareja son padres de dos niñas nacidas en México.

Hasta México se marcharon Lorenzo Medina y su marido para ver cumplido su deseo de ser padres. En su caso por partida doble, puesto que tienen dos hijas nacidas por gestación subrogada. En noviembre de 2014 nació la mayor, tras un periplo de dos años que les llevó primero a Ucrania y después a India, donde se quedaron colgados a una semana de que a la gestante le transfirieran los embriones.

«EE UU era demasiado caro, así que finalmente optamos por acudir a México, donde los precios eran más accesibles y todo el proceso cumplía con la legalidad», señala Medina, quien fue concejal del Partido Popular en Benidorm y actualmente es jefe de Personal en el Ayuntamiento. Una de sus preocupaciones antes de iniciar todo el proceso es que a las gestantes no les moviera la necesidad económica. «En ambos casos nos entrevistamos con ellas y pasaron seis meses de pruebas psicológicas. Las dos son mujeres maravillosas que tienen sus propias familias, una de ellas está casada con un empresario y la segunda con un empleado de una petrolera. Las dos lo han hecho de una manera altruista».

Con sus dos pequeñas ya en España Medina y su marido siguen manteniendo contacto con las dos mujeres que parieron a las pequeñas y tienen muy claro que cuando las niñas sean más mayores «viajaremos a México para presentárselas». El pasado mes de febrero Medina pidió la legalización de la gestación subrogada en el XVIII Congreso Nacional del Partido Popular.

«Hace unos años también se puso el grito en el cielo cuando nació el primer niño por fecundación in vitro o cuando se legalizó el aborto.Las leyes tienen que ir acompañando a los cambios sociales». Pero hoy en día, añade Medina, «nadie se plantea si donar óvulos o esperma es una explotación. Esta también es una decisión que adopta libremente la mujer».

El perjuicio que se está ocasionando a los niños nacidos de gestación subrogada es, a su juicio, la peor consecuencia de esta situación de ilegalidad. «Se trata de hijos biológicos de españoles a los que se les está privando de derechos». En su caso todavía están peleando porque se les conceda la baja de cuatro semanas por nacimiento de hijo «y recientemente hemos conseguido que Hacienda nos pague los cien euros después de haber recurrido a los tribunales».

Legalizar la gestación subrogada, cree Medina, «implicaría evitar posibles problemas de ilegalidad».