A quién no se le ha encogido el corazón cuando ha visto las fotografías y los vídeos de una niña colgando de una ventana de un séptimo piso en la plaza de los Luceros de Alicante. Unas imágenes impactantes que tuvieron a los vecinos de la zona en un ay! Hasta que los Bomberos lograron rescatar a la menor que estaba sola en casa.

Aunque parezca mentira, este no es el primer (aunque esperemos que el último) caso similar ocurrido en la provincia de Alicante. A finales de octubre del año pasado, vecinos de Orihuela alertaron a las autoridades de que un niño de tres años estaba jugando solo en un balcón y se había encaramado a una silla para intentar alcanzar la barandilla.

La rápida actuación de los vecinos y la Policía Local evitó una desgracia aunque la sorpresa llegó cuando los agentes consiguieron llegar al balón, entrar en la vivienda por la puerta corredera, y se encontraron al padre del niño durmiendo en el salón, ajeno a todo lo que allí había ocurrido.

Susto en la Rambla de Alicante

Ilesa. La suerte estuvo al lado de una pequeña de sólo cuatro años se precipitó desde un octavo piso y cayó en un pequeño balcón que sobresalía en la planta inferior, desde donde fue rescatada por los por los Bomberos.

La niña se encontraba en casa con su abuela en la Rambla de Alicante cuando se precipitó desde el ático. Una pequeña terraza frenó su caída al vacío hace ahora dos años.

Desgracia en Orihuela

La fatalidad se cebó con una familia de Orihuela el pasado verano. Un bebé de 20 meses fallecía por las heridas sufridas tras caer al vacío desde un primer piso mientras jugaba con su hermana. Al parecer los niños estaban jugando en la vivienda y el niño salió corriendo al balcón y se precipitó a la calle por un hueco que había en la barandilla, donde faltaba uno de los barrotes y había una cuerda.

En un primer momento, el niño fue trasladado al Hospital Comarcal Vega Baja en Orihuela ya que el niño se encontraba consciente. Finalmente, el golpe que recibió en la cabeza obligó a trasladar al pequeño al Hospital General de Alicante, donde nada pudieron hacer por salvar su vida.