?La pelea por el control del entramado empresarial, considerada por el juez y la Policía el móvil del asesinato de María del Carmen Martínez, centró la mayor parte de las declaraciones tanto de Vicente Sala como de su hermana Mar. A la pregunta de a quién creían que había beneficiado la muerte de su madre, mientras la mayor de las hermanas aseguró desconocerlo, el único hijo varón precisó que a las tres mujeres porque, juntas, tienen la mayoría. Un porcentaje (el 60%) que antes de la muerte de la matriarca chocaba con la acción de oro que el expresidente de la CAM dejó a su mujer con la indicación, incluida en su testamento, de que ésta le fuera legada a su hijo en lo relativo al negocio de los plásticos. La citada acción, en la que al parecer radica el origen del conflicto familiar, otorgaba a quien la tuviera el control de las empresas. Precisamente haciendo uso de esa partipación privilegiada, en la última junta de socios del 19 de septiembre de 2016 se cambió el consejo de administración (en el que cada miembro de la familia tenía un voto) por un administrador único, cargo que pasó a ocupar Vicente. En esa misma junta, salió derrotada la propuesta de repartir 1.250.000 euros en dividendos planteada por las hermanas que, como represalia, votaron en contra de que de repartieran 500.000 planteado por su hermano, con lo que al final no se distribuyó nada.