El último informe sobre las peores calificaciones obtenidas por los alumnos en los primeros colegios que implantaron la jornada continua durante el mandato del PP, ha levantado ampollas entre directores y padres de alumnos de los citados centros.

Ambos colectivos coinciden en resaltar que las calificaciones del alumnado oscilan cada año «al margen e independientemente» de que los centros tengan uno u otro horario.

Añaden además que, en la práctica, los resultados de las pruebas diagnósticas dependen más de las «circunstancias socio-económicas familiares».

Con el ánimo de contrarrestar los datos aportados por la revista Magisterio y procedentes de la propia Conselleria de Educación, desde colegios de Alicante -que salen mejor parados que el resto en la Comunidad en el informe reproducido por este diario-, y de l'Alacantí, aportan datos «contrastados de un descenso significativo del nivel de violencia escolar».

Evaluación

El representante de los directores en el Consejo Escolar de Alicante, Miguel Ángel Andreu, subraya que «el nivel de conflictividad entre los alumnos ha descendido hasta un 70% desde que cambiamos el horario este curso».

Este director afirma que en su centro fueron las familias las que demandaron la jornada continua, y que a iniciativa de los padres se elaboró el programa y se llevó a votación.

«El rendimiento académico no ha empeorado, la motivación es mucho mayor y el nivel de fatiga ha descendido. De 310 comensales que teníamos ahora se quedan 250 al comedor, y para las actividades extraescolares quedan finalmente 150», concreta Andreu tras la evaluación de los cinco primeros meses con jornada continua.

También el Arbre Blanc de Mutxamel, que ha estrenado la jornada continua este curso, coincide en la «gran disminución» de la conflictividad escolar, y en la mayor implicación del alumnado, que en la extraescolares dispone de hasta «una decena de talleres».