Veterana en el área de oncología del Hospital de Sant Joan, María Antonia Santos en once años ha superado seis cánceres entre recaídas y nuevos tumores, un duro proceso que no parece haber mermado su vitalidad. Asegura que no para y narra orgullosa que este verano incluso hizo a pie el camino de Santiago.

Es impresionante escuchar a María Antonia Santos Chacón hablar de su lucha contra el cáncer desde hace 11 años y ver su aspecto saludable y enérgico. Esta alicantina de 59 años va con prisa porque tiene que cuidar de su nieto de 20 meses, pero le da tiempo a contar que ha superado 6 cánceres entre recaídas y nuevos tumores «por si a alguien le ayuda mi experiencia». El primero fue un cáncer de ovarios con metástasis en los pulmones en febrero de 2006. «Entonces a mi familia le dijeron que me quedaban tres meses de vida y ya ves...» señala riendo, antes de seguir contando su proceso. «Luego a los tres años tuve un cáncer de mama y me lo extirparon, después de abdomen y se fue con quimio, y luego apareció el cáncer en el colon y en el hígado». María Antonia es una de las pacientes que se puede considerar crónica ya que su última sesión de quimioterapia fue hace un año pero se sigue medicando para evitar recaídas. «Tomo unas pastillas y ya está», indica. Era peluquera pero lo tuvo que dejar «no por el cáncer sino por la rotura de un brazo que no me pudieron operar por los ganglios del cáncer de mama anterior», pero asegura que no para. «Incluso malísima por la quimio yo iba a trabajar. Me levanto a las 6.30 de la mañana, ayudo con los nietos y salgo mucho. Incluso este verano hice el camino de Santiago, 130 kilómetros andando», afirma orgullosa.

María Antonia también consdiera que el estado de ánimo es fundamental a la hora de hacer frente al cáncer. «Yo lo llevo bien pero algunas veces me he enfadado porque parece que todo me toque a mí», indica, mientras explica que en su caso hay un componentre genético en el cáncer. Por tocar, señala que incluso le tocó a su marido, que en 1999 sufrió una leucemia «pero ahora está perfecto». Confiesa que en algunos momentos ha tenido miedo, «pero más que a las operaciones a la quimioterapia». María Antonia habla maravillas de los médicos que la tratan «como la doctora Nieves Díaz y todo el equipo del Hospital de Día que es maravilloso. En ningún otro lugar me habrían atendido mejor».