Investigadores de la Universidad de Alicante y del Hospital de Albacete, liderados por el catedrático de Química Inorgánica, José Miguel Martín Martínez, y el químico Alfonso de Lucas, han desarrollado un método innovador para rellenar y sellar cavidades pleurales, y sustituir actuales tratamientos quirúrgicos más agresivos.

La novedad consiste en inyectar espumas de poliuretano biocompatibles y de fácil aplicación, que evitan infecciones, sangrados, dolor o fístulas en pacientes pulmonares, como explican estos científicos.

Estas espumas tienen capacidad de autoexpansión, automodelación y cuentan un riesgo muy bajo de toxicidad.

Para aplicar el material se introduce por un pequeño orificio en el tórax. "Si bien existen diferentes espumas de poliuretano para uso médico, lo innovador de nuestro trabajo es que la espuma se genera en el momento de su colocación en la cavidad con la mezcla de dos componentes líquidos", explican.

"Cuando se inyecta en el paciente y el material que está espumando toca las paredes húmedas de los tejidos circundantes, se crea una zona superficial muy compacta que actúa como molde para rellenar completamente todo el volumen de la cavidad pleural".

La espuma de poliuretano "se adapta a todo el hueco y evita complicaciones en pacientes pulmonares como infecciones, inflamaciones, sangrados, dolor o fístulas". Además, el material no se adhiere a las paredes del tejido, impidiendo problemas de roturas si fuese necesaria su extracción.

Cirugía

Los investigadores indican que existen diversos procesos patológicos en los que la cavidad pleural presenta aire u otros líquidos biológicos como pus o sangre, que se resuelven mediante simples drenajes.

Sin embargo, tras cirugías por cáncer de pulmón o infecciones pulmonares complicadas, se pueden acumular cantidades de líquido donde emergen gérmenes difíciles de erradicar incluso con antibióticos o drenajes. Entonces los pacientes sufren un deterioro progresivo, dolor, fiebre, ahogo, e incluso la muerte si no son tratados a tiempo.

El cirujano torácico del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Carlos Rombolá, precisa que "el relleno y sellado de la cavidad pleural con la espuma de poliuretano evitaría la colección de líquidos, y no dejaría espacios para el desarrollo de bacterias, controlando la infección de forma definitiva".