La Policía Científica analiza una docena de herramientas y cuatro muestras de sustancias polvorientas recogidas el pasado miércoles durante el registro domiciliario efectuado en el chalet de Miguel López tras ser detenido por el asesinato de su suegra. El objetivo de la investigación es determinar si en dichas herramientas, intervenidas en un taller-trastero que hay en el sótano del chalet,hay alguna prueba relacionada con el caso, ya que los cartuchos empleados en el crimen eran del calibre 38 Super y fueron manipulados y recortados hasta una longitud de unos 22 milímetros para ser disparados con una pistola de un calibre similar pero de diferente longitud.

El acta del registro del chalet donde vive Miguel López recoge que en el sótano hay un gimnasio, donde no se incautó nada, y un taller-trastero, en el que se intervino una pistola de air soft marca Hi-Capa 5.1 y calibre 45, ocho cajas de cartuchos del calibre 12 y una docena de herramientas, entre ellas dos prensas, tres sierras, una radial, tres llaves pico de loro, una llave inglesa y unos alicates.

Tres de las muestras de sustancias polvorientas fueron recogidas por la Policía Científica cerca de una prensa metálica y una cuarta en el suelo.

Uno de los 23 indicios que aporta la Policía Judicial en su informe para inculpar a Miguel López es que su padre era tornero y dada la modalidad de tiro deportivo que practica el acusado tiene conocimientos para la modificación de armas y munición.

La entrada y registro del chalet situado en el interior de la finca de la familia Sala fue supervisado por el letrado de la Administración de Justicia -secretario judicial- del juzgado de Instrucción número 7 y además de las herramientas y cajas de cartuchos mencionados la Policía intervino también una pistola Tanfoglio del calibre 9x19 con dos cargadores, una escopeta superpuesta del calibre 12 marca Laurona y una carabina del calibre 22 marca Browning, así como cuatro cajas de cartuchos del calibre 9 mm Parabellum y otras cuatro cajas de cartuchos de diferentes calibres.

La Policía inicialmente considera que las escopetas y pistola intervenidas ­-hay una segunda arma corta pero de bolas de plástico- no están relacionadas con el asesinato investigado. De hecho, Miguel López tiene tres licencias de armas, para tiro olímpico, caza mayor y caza menor. Asimismo, el responsable de Intervención de Armas de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante ya emitió un informe el pasado 12 de diciembre donde hacía constar que la pistola y las dos escopetas intervenidas la semana pasada están amparadas por las tres licencias de Miguel López.

En ese mismo informe se indicaba también que Vicente Jesús Sala Martínez tiene en vigor una licencia de armas para caza menor y dos escopetas amparadas por dicho permiso. No obstante, ambas escopetas se encuentran depositadas en la Intervención de Armas por caducidad del permiso y el pasado 12 de diciembre aún no habían sido retiradas pese a renovar la licencia el 25 de noviembre.

El Grupo de Delincuencia Violenta ha solicitado a sus compañeros de la Policía Científica un peritaje sobre la pistola y los dos cargadores intervenidos, de las cuatro cajas de 25 cartuchos cada una del calibre 9x19 mm Parabellum y de una guía de pertenencia de armas a nombre de Miguel López.

Además de las armas y herramientas, los investigadores requisaron en el registro ordenadores, memorias externas y el teléfono móvil del detenido para analizar su contenido con el fin de buscar cualquier indicio o prueba que le vincule con el crimen que le imputan.

En la inspección de un despacho de Novocar, que apenas duró quince minutos, no se intervino nada, según indica el acta judicial de entrada y registro.