María del Carmen Martínez, la viuda de Vicente Sala, expresidente de la CAM, pudo ser víctima de una encerrona en el lavadero donde le pegaron dos tiros en la cabeza. Su coche no debía estar en la zona donde se dispuso a recogerlo cuando le dispararon sin que ningún empleado viera al asesino ni escuchara las detonaciones. Las normas de funcionamiento del negocio de automoción que administra su yerno, detenido por la Policía como presunto autor material de su muerte, son claras y los empleados saben que los vehículos una vez limpios se retiran del lavadero.

Esa era la norma habitual y las instrucciones que tenían los empleados, pero ese día no se cumplieron. El motivo por el que el Porsche Cayenne de María del Carmen estaba dentro del lavadero y no en la zona de aparcamiento del establecimiento es una de las incógnitas que presumiblemente ha tratado de despejar la Policía Nacional durante los dos meses que ha durado la investigación del crimen, aunque no se conoce el resultado de las pesquisas al estar decretado el secreto de sumario por el magistrado que investiga el caso.

Este podría ser uno de los indicios clave por el que la Policía vincula a Miguel López con el crimen de su suegra, pero mientras no se levante el secreto de sumario no se conocerá si alguno de los trabajadores ha aclarado por qué estaba el coche de la víctima en el lavadero y no en la zona de aparcamiento.

Miguel López

vio con vida a María del Carmen cuando acudió la tarde del 9 de diciembre a recoger su vehículo, turismo que había dejado por la mañana para una revisión. Tras ver a su suegra, el yerno afirma que se marchó a su domicilio y allí fue donde recibió el aviso desde Novocar comunicándole lo ocurrido, por lo que regresó de nuevo al establecimiento situado en la avenida del Zodiaco.

Esta coartada no ha impedido que la Policía Nacional haya acabado deteniendo a Miguel López como presunto autor material del crimen.

Pese a las evidentes posibilidades de que la viuda de Vicente Sala enviara a algún empleado a llevarle el coche a la revisión a Novocar, no era la primera vez que lo hacía María del Carmen. Ella acudía personalmente con su turismo cada vez que necesitaba llevarlo y recogerlo en el taller del negocio que administra el yerno apresado.