Triplemente castigados por Madrid. A la infrafinanciación crónica que arrastra la Comunidad Valenciana -el actual modelo le priva de ingresar unos 1.300 millones anuales que le corresponderían en función de su población- y a la escasez de fondos que año tras año consigna el Gobierno central para inversiones en la Comunidad en los Presupuestos Generales del Estado se suma ahora el escaso ritmo de ejecución de esas partidas. Un informe oficial del propio Ejecutivo al que ha tenido acceso este diario constata que a escasas dos semanas de que se finiquitara el ejercicio presupuestario de 2016, el Gobierno sólo había reconocido obligaciones por 155,6 millones en la Comunidad frente a los 836,7 millones previstos en las cuentas. Menos del 20%.

El documento, de 103 páginas, explicita la distribución territorial de las inversiones estatales hasta el 30 de junio -el Ministerio de Hacienda aprobó el 14 de julio la orden que reguló el cierre del ejercicio en cuanto a los gastos y otras operaciones no presupuestarias-. O, lo que es lo mismo, que a partir de esa fecha ya no se pudieron aprobar nuevos gastos aunque sí estuvieran consignados en los Presupuestos, según explica el diputado socialista por Alicante en el Congreso, Julián López Milla.

El informe del Ejecutivo desgrana las inversiones que iba a recibir la Comunidad Valenciana en cuatro apartados diferentes. El primero, el de la Administración General del Estado. Es decir, directamente a través de los Ministerios. A priori, la cuantía iba a ascender a 104,9 millones de euros. A 14 días del cierre del ejercicio, la realidad fue otra. Sólo se habían invertido 36,5 millones, el 34,8% del total previsto. 28,4 millones los inyectó Fomento; 4,2, Agricultura; y 3,3, Hacienda, entre las principales partidas.

El segundo apartado recogido en el informe es el de las inversiones de los organismos autónomos, las agencias estatales y otros organismos públicos dependientes del Gobierno. En esta área sí que se cumplieron las previsiones. Así, de los 21,3 millones que recogían los Presupuestos se terminaron gastando 21,7. Es decir, 400.000 euros más de lo previsto. 9,8 millones los invirtió la Confederación Hidrográfica del Júcar; 5,8, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas; 1,9, las Jefaturas de Tráfico; y 1,1, la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, entre otras.

Sector público

En tercer lugar se encuentra el apartado del sector público empresarial y fundacional, en el que más fondos se habían consignado. Los Presupuestos Generales del Estado de 2016 reservaron 710,5 millones para acometer inversiones en Alicante, Valencia y Castellón a través de empresas como Adif, Renfe, Acuamed o Puertos del Estado, entre otras. La cifra de obligaciones reconocidas a pocos días de que se cerrara el ejercicio no se asemeja ni de lejos a ese guarismo. Fue únicamente de 116,4 millones, el 16,4% del total previsto en las cuentas.

Especialmente preocupante es el parón inversor que sufrió Adif. Básicamente, porque el gestor público ferroviario es el encargado de ejecutar las obras del Corredor Mediterráneo. Y de los 448,1 millones consignados en sus cuentas -la inmensa mayoría para esa infraestructura vital para la Comunidad- apenas se gastaron 99,3. En Acuamed -firma relacionada con las actuaciones hidráulicas- se invirtieron 2 de los 43,4 millones previstos en las cuentas, mientras que a los Puertos valencianos se les inyectó 6,4 de los 61,7 millones que preveían los Presupuestos.

Por último, el informe del Gobierno central recoge un cuarto apartado de inversiones del sector público administrativo, pero con cuantías casi residuales. En la Comunidad Valenciana la cifra gastada fue de 48.921,80 euros, con Casa Mediterráneo como la principal receptora de fondos, con 43.400 euros.

En total, los 836,7 millones consignados para la Comunidad se quedaron en 155,6 millones a 14 días del cierre del ejercicio.