El municipio de Rafal, en la Vega Baja, es el cuarto de la Comunidad Valenciana y el primero de la provincia de Alicante por su tasa de vecinos menores de 16 años. En concreto son el 21,2% de su población total, lo que supone que haya 894 niños y adolescentes de hasta 15 años entre las 4.218 personas allí empadronadas en la localidad, según los últimos datos publicados por el INE.

El alcalde de la localidad, Manuel Pineda, explica que en las últimas dos décadas los empadronados en el municipio se han multiplicado por dos, principalmente por la llegada de inmigrantes. Tanto es así que en la actualidad uno de cada cinco niños rafaleños tienen padres de procedencia extranjera, un 20,9% del total. Por este motivo, el regidor cree que ha sido la llegada de extranjeros lo que ha aumentado el índice de natalidad, puesto que algunos de estos colectivos, como los de procedencia árabe, suelen tener más hijos que la media.

Pineda añade que la población inmigrante no fluctúa, sino que está asentada en la localidad con vistas a largo plazo, contrariamente a lo que ha ocurrido en otros municipios de la Vega Baja y del resto de la provincia, fundamentalmente en el litoral. Según explica, se trata principalmente de familias cuyos progenitores trabajan en la agricultura y en algunos casos en la construcción. «Otros municipios con la crisis han perdido población, pero sin embargo en Rafal se ha mantenido», concluye. Se da la circunstancia añadida de que la localidad cuenta únicamente con apenas 1,6 kilómetros cuadrados de término municipal -el segundo más pequeño de la provincia-, con lo que la densidad de población, de 2.600 habitantes por kilómetro cuadrado, es también la más elevada de toda la demarcación, y ocho veces superior a la media alicantina, de 315,7 habitantes por kilómetro cuadrado.

La relativa juventud de la población de Rafal es el caso más destacado en la provincia, pero no es único en su entorno. Otros municipios de la Vega Baja, especialmente de la parte interior de la comarca, cuentan con porcentajes importantes de habitantes menores de 16 años. Un ejemplo es Callosa de Segura, donde el índice es exactamente del 20%, según los datos del INE. Asimismo, en Almoradí es del 19,7% y en Redován del 19,4%; Albatera y Cox tienen un 18,8 y un 18,4%, respectivamente.