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Denuncia en el juzgado contra el Hospital General de Alicante

La familia de un paciente fallecido solicita una investigación judicial sobre lo ocurrido a su padre

Paqui y Fina Jiménez, con la denuncia que han puesto tras la muerte de su padre PILAR CORTÉS

Quieren saber si detrás de la muerte de su padre ha habido una presunta negligencia médica. Fina Jiménez y su hermana Paqui han denunciado en el juzgado al Hospital General de Alicante después de que su padre falleciera el pasado 5 de diciembre aquejado de una pancreatitis aguda. Según denuncia la familia, durante el mes que el hombre estuvo ingresado en el centro sanitario las enfermeras le pusieron suero y alimentación por sonda caducados.

«No queremos sacar ningún tipo de tajada de esto, y posiblemente mi padre falleció a causa de la pancreatitis que sufría, pero queremos que se aclare si el hecho de haber recibido medicación caducada ha tenido algo que ver», explica Jiménez. La denuncia se interpuso el pasado 24 de enero en el juzgado de Instrucción número 8 de Alicante.

Pedro Jiménez ingresó en el hospital el 8 de noviembre aquejado de una pancreatitis aguda que no había padecido hasta entonces. Tenía 80 años y un alzhéimer «en grado leve, que incluso alguno de sus amigos desconocían que padeciera». Su hija dice que el estado de salud de su padre en general era bueno y muestra un vídeo que le tomaron andando por la planta días antes de fallecer. «El médico nos dijo que era optimista en cuanto al pronóstico e incluso en varias ocasiones estuvieron a punto de darle el alta».

A los diez días de ingresar, la familia se dio cuenta de que el gotero que llevaba de suero estaba caducado más de un año. «Llamamos a la enfermera y se lo retiraron. Nos dijeron que no pasaba nada, que simplemente haría menos efecto la medicación, pero que no era peligroso», explica Fina Jiménez.

A los cinco días detectaron que la situación se repitió, esta vez con la bolsa de alimentación que se le administraba al enfermo a través de una sonda por la nariz. «Llevaba caducada desde julio y mi padre había estado horas con ella. La enfermera que la retiró nos dijo que habían detectado una caja de este producto caducada». La denunciante asegura que a partir de ese día el estado de salud de su padre se deterioró a marchas forzadas. «Empezó con diarreas y con ahogos y de ahí su situación se volvió crítica».A los pocos días el hombre falleció.

«Queríamos haberle incinerado, pero lo hemos enterrado por si el juez pide que se le haga algún tipo de prueba», explica Jiménez.

La familia ha enviado un escrito de queja a la dirección del centro sanitario, que les ha manifestado sus disculpas. «Únicamente podemos manifestarles nuestras más profundas disculpas. Es un hecho inusual, dado el control que se ejerce sobre los productos de farmacia, tanto en este servicio como en las unidades de enfermería» se indica en el escrito de la dirección del centro. Desde la Conselleria de Sanidad señalaron ayer que el hospital ha abierto un expediente informativo para aclarar lo ocurrido.

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