El menor de 17 años detenido este viernes en Villena por atacar con un cuchillo a sus compañeros de instituto ha sido trasladado al Hospital de Orihuela, donde se le va a realizar una evaluación psiquiátrica para diagnosticar su estado mental. El joven fue inicialmente llevado al centro de salud de Villena, donde fue atendido de los cortes que presentaba en una mano, y a continuación al Hospital de Elda, pero finalmente se le derivó al de Orihuela, ya que cuenta con una Unidad de Salud Mental Infantil y Juvenil (USMI) donde poder valorar el estado del menor y las posibles causas de la agresión en la que resultaron heridos cinco estudiantes, según informaron ayer por la mañana fuentes judiciales.

En un principio está previsto que el chico de 17 años pase a disposición de la Fiscalía de Menores mañana, que con la valoración realizada por los psiquiatras del Hospital de Orihuela decidirá el destino del joven, según indicaron las mismas fuentes. La Guardia Civil, por su lado, investiga si el joven sufre algún tipo de trastorno psicológico.

Con todo, fuentes sanitarias estudiarán si ese trastorno es paranoide. De acuerdo con la información recabada por este diario, la USMI ya ha remitido al juzgado la pertienente orden de internamiento del menor en el centro sanitario.

El joven, por su parte, permaneció tranquilo en su habitación, mostró un comportamiento educado durante las primeras horas que pasó en el edificio y no realió ninguna llamada telefónica pese a que, en princpio, sí se le autorizó a ponerse en contacto con quien él desee. Las mismas fuentes señalaron que el viernes, apenas unas horas después del suceso, comió y cenó con normalidad y que, tras realizarle una prueba de tóxicos, dio negativo.

Villena, la localidad del joven, todavía vive conmocionada por el suceso del viernes. Como informó este diario en su edición de ayer, el joven agresor -de segundo curso de Bachillerato- sembró el caos en el instituto Las Fuentes después de irrumpir con un cuchillo en el centro educativo y herir a cinco compañeros mientras se encontraban en el aula.

El episodio tuvo lugar a segunda hora, cuando la profesora de Historia se encontraba impartiendo su materia. En ese momento, el joven accedió al aula dando un portazo -a primera hora no había accedido al centro- y esgrimió un arma blanca de unos 20 centímetros que, presuntamente, había escondido anteriormente en las taquillas. De acuerdo con las declaraciones de varios testigos, el menor miró a todos sus compañeros de clase antes del ataque y acto seguido comenzó a asestar puñaladas de forma indiscriminada a todo aquel que se encontraba a su paso, a la vez que gritaba sin parar.

Algunos estudiantes se quedaron bloqueados a causa del pánico, pero otro de los alumnos, Alejandro Vinader, sí le hizo frente. Mientras intentaba arrebatarle el arma resultó herido en un costado. Justo en ese momento el resto de estudiantes y la docente huyeron despavoridos y dieron la voz de alarma al resto de profesores y alumnos.

El agresor también emprendió rumbo hacia el exterior, pero sus compañeros y varios profesores sujetaron la puerta del centro para impedir que saliera al exterior. En ese momento llegó un agente de la Policía Local al instituto y el joven depuso su actitud violenta. Arrojó el cuchillo al suelo y se entregó.

Nervios

A partir de entonces los nervios se apoderaron de muchos de los allí presentes. Con cinco estudiantes heridos, la comunidad educativa del centro tomó conciencia de la desgracia que podía haber ocurrido si el policía no hubiese llegado en ese momento al centro. De las víctimas, tres sufrieron crisis de ansiedad y heridas cortantes de carácter leve en brazos, piernas y abdomen. El caso más grave fue el de una compañera que sufrió dos cuchilladas por la espalda, una de ellas a escasos centímetros del riñón.