El temporal de lluvia y viento que ha seguido a las fuertes nevadas del jueves continuó haciendo estragos ayer en la provincia. Las rachas y los aguaceros azotaron con virulencia todo el litoral y gran parte del interior, provocando especialmente derrumbes de laderas y muros, caídas de árboles y desaparición de playas como consecuencia en este caso del fuerte oleaje, además de cortes de carreteras secundarias. La Marina Alta, la Marina Baixa, el Comtat, l'Alcoià y la Vega Baja fueron las comarcas más castigadas por una situación que continuará todavía hoy.

En Alcoy, parte de un talud y un muro cayeron sobre la calzada en la calle Alicante, travesía de la carretera N-340 y principal acceso a la ciudad desde el sur. El tráfico tuvo que desviarse por el centro histórico, al estar también cortado el puente de Fernando Reig, con el consiguiente atasco viario. Además, el derrumbe de otro muro sepultó un vehículo estacionado en la calle Balmes, sin daños personales, y los parques permanecen cerrados. Desde primera hora las brigadas municipales se afanaron en tratar de dejar despejadas las calles lo antes posible.

En Ibi se acordonó el cementerio ante el riesgo de caída de muros y de los grandes árboles que rodean el camposanto. Además, se cortó la avenida Joaquín Vilanova, entrada a la localidad desde Banyeres, por la caída de otro árbol, y se ha suspendido para hoy el mercadillo semanal de los lunes, ante el peligro que suponen los árboles de las fincas colindantes a esta zona. Por otra parte, en varias zonas de Cocentaina se recomendó no consumir agua del grifo, ya que salía de color turbio debido a las filtraciones. También se mantuvieron cortados los caminos rurales que discurren junto a los ríos Serpis y Penàguila, dado que el caudal ha aumentado de forma muy considerable al fundirse la nieve y por la propia lluvia.

En Planes se derrumbó parte de la muralla del lado norte del castillo, del siglo XII y catalogado como Bien de Interés Patrimonial. Una piedra de grandes dimensiones se desplomó sobre una calle, igualmente sin consecuencias. La Diputación ofreció su colaboración para cualquier tarea de recuperación que fuera necesaria. El secretario autonómico de la Agència Valenciana del Turisme, Francesc Colomer, convocará con carácter de urgencia un encuentro con los alcaldes de los destinos turísticos del litoral afectados por el temporal de los últimos días.

Temporal marítimo

En la Marina Alta, el temporal destruyó casas en Dénia y bares de primera línea en Xàbia, además de engullir playas y causar daños en paseos. Las olas entraron por las terrazas de varias viviendas de la zona costera dianense de Deveses, y se registraron también graves desperfectos en negocios en el litoral del Muntanyar de Xàbia. El mar escupió además piedras de gran tamaño en la zona del Tangó, y el viento arrancó placas de la cubierta del pabellón deportivo local. Otras playas engullidas por el mar son las del Moraig en El Poble Nou de Benitatxell, la de la Fustera en Benissa y la de la Fossa en Calp.

En la Marina Baixa, Altea mantiene para hoy suspendidas las clases en los centros escolares, y el puerto de Campomanes presentaba también numerosos desperfectos. El presidente de la Diputación, César Sánchez, visitó ayer este lugar y aseguró que se «se está trabajando para intentar solventar las situaciones que van surgiendo». Una de las más graves la padecían los vecinos del casco histórico y las partidas rurales diseminadas de Finestrat, unos 3.000, afectados desde el sábado por la tarde por cortes de luz, que se esperaba solucionar a primera hora de anoche, tal y como denunció el Ayuntamiento. El primer teniente de alcalde, Víctor Darío Llinares, aseguró que el consistorio ayudará a los afectados a presentar reclamaciones. En esta misma comarca hay siete carreteras cortadas, todas ellas por desprendimientos. Acceder al valle de Guadalest y a las localidades de Bolulla y Tàrbena es complicado.

Más al sur, la costa de la Vega Baja también padeció el temporal marítimo. En la playa de Babilonia, en Guardamar del Segura, el agua volvió a llegar una vez más a las casas, provocando el derrumbre de una vivienda y un socavón. El alcalde, José Luis Sáez, explicó que se cerró el paso hacia el espigón y el faro. Las corrientes anegaron el local de Cruz Roja en la playa y arrastraron mar adentro parte del material. Asimismo, una vivienda abandonada se vino abajo en el barrio del Acequión de Torrevieja, causando daños importantes en un negocio aledaño. La casa derruida estaba precintada por el Ayuntamiento desde