La secretaria general de la sección sindical de UGT en el Ayuntamiento, Marisa Navarro, culpa al conseller Marzà de «extralimitarse», y califica su posición frente al alcalde de «imposición o pulso», porque la jornada laboral de los conserjes «es competencia municipal». El sindicato pide a Echávarri que se mantenga firme, y ofrece su aparato jurídico para respaldar el nuevo horario de los bedeles.