Con sus casas blancas decoradas con vivos colores, sus rejas y celosías, sus escalinatas y sus cientos de macetas y flores, el barrio de Santa Cruz es el más pintoresco y bello de Alicante. Durante las fiestas de las Cruces de Mayo y la Semana Santa, el barrio se llena de vida con la presencia de miles de alicantinos, pero es aconsejable perderse por sus calles cualquier día de la semana y disfrutar de sus rincones y de la tranquila vida del barrio.