El objetivo es adelantarse a futuros problemas. La Concejalía de Inmigración ha mediado con una treintena de familias de inmigrantes con problemas de integración y que residen en la zona de Carolinas, Campoamor y en el entorno de la Gran Vía. En total han sido atendidas 90 personas dentro del denominado Programa de Cohesión Social desde la Escuela, una iniciativa «pionera en la ciudad de Alicante», según explica la concejala de Inmigración, Gloria Vara.

En total han participado siete centros escolares de estas zonas de la ciudad: 9 d'Octubre, Azorín, Campoamor, Carlos Arniches, Manjón-Cervantes, Pedro Duque y San Nicolás de Bari. También se ha intervenido en el colegio San Roque, ubicado en el casco antiguo de Alicante y con un elevado número de niños extranjeros. Los colegios fueron los encargados de detectar qué alumnos son los que presentaban mayores problemas de adaptación para incluirlos en el programa municipal. Con estas familias se ha hecho una intervención directa. «Se ha trabajado con los padres, con los alumnos, con los profesores y con los directores de los centros para facilitar la comunicación y la convivencia», explica Vara. Las familias en las que se han detectado mayores problemas de integración son de origen árabe y sudamericano. «Son familias con unas cultura totalmente distinta a la nuestra, y en ocasiones con un idioma diferente, que desconocen cómo funciona el sistema educativo o cuestiones tan básicas como la hora a la que deben tirar la basura».

Además de la intervención directa en los centros escolares, los padres han sido derivados a las agencias Amics que hay en la ciudad de Alicante, en la que se les ofrecen otro tipo de recursos, como por ejemplo clases de español o asesoramiento a la hora de tramitar los papeles.

El programa ha sido ejecutado por una empresa a la que se adjudicó este servicio, «que tendrá continuidad en 2017, consolidando el trabajo que hemos hecho en los colegios en los que se ha trabajado durante el año pasado y ampliando el programa a la Zona Norte de Alicante».

En esta primera fase, la intervención se ha centrado en la zona de Carolinas, Campoamor y Gran Vía, «porque pensábamos que a priori habría menos problemas, ya que en esta parte de la ciudad la población extranjera es mayoritariamente sudamericana, por lo que compartimos idioma».

Los centros escolares que han participado este año, aplauden la iniciativa. «Su ayuda ha sido muy eficaz. Tenemos un gran número de familias que no hablan castellano y les pudieron ofrecer asesoramiento tanto de la escuela como de otros ámbitos», señala Luisa Nogueroles, directora del colegio Manjón Cervantes en una carta remitida a la Concejalía de Inmigración. En la misiva, Nogueroles señala que «cada vez que les hemos llamado hemos obtenido ayuda inmediata y nos han ayudado a solucionar el problema. Han asistido asiduamente un día a la semana al centro para colaborar tanto con las familias como con nosotros, así como cada vez que les hemos necesitado».

Para la concejala de Inmigración los resultados de este tipo de intervenciones son a largo plazo. «Hay que trabajar sin prisas, y si sale bien dará sus frutos en la segunda y tercera generación de inmigrantes, que son quienes están creando problemas en estos momentos en países como Francia o Bélgica».