La consellera de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, ha anunciado la creación de mesas de trabajo conjuntas con la patronal autonómica Cierval para llegar a un consenso sobre la gestión de residuos, en la que "no se descarta" el Sistema de Retorno de Envases. Así lo ha manifestado en la rueda de prensa que ha tenido lugar tras la reunión con el presidente de Cierval, José Vicente González, en la que ha asegurado que la Conselleria apuesta por "atender a situaciones especiales, que requieren soluciones especiales e innovadoras, entre las que se incluye el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de Envases".

En este sentido, Cebrián ha considerado que los compromisos que ha asumido "como parte del Gobierno y de una Conselleria" son "dinámicos", y ha añadido que, respecto al SDDR, "no hay ni un sí ni un no, hay un proceso". Por su parte, el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, ha considerado que estas mesas de trabajo con la patronal son una forma de "profundizar en el modus operandi de participación" que la Conselleria ha desarrollado en el año y medio de gestión del actual Consell, y ha reivindicado que la propuesta se ha ido "modulando desde el primer día", por lo que ha dicho no creer "que se tenga que modular más".

"Tampoco es tan importante una ley, sino si esta consigue los resultados necesarios", ha destacado González, que se ha mostrado contrario a "poner puertas al campo" en la negociación, que comenzará, ha explicado, por "el establecimiento de un diagnóstico conjunto" entre los empresarios y los responsables de Medio Ambiente.

La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente fijó en noviembre el calendario para la implantación en la Comunidad Valenciana del sistema para la recuperación de envases de vidrio y latas, en un intento de aumentar un 70% el reciclaje, ya que, en la actualidad, cinco de los siete millones de envases de un solo uso acaban en la calle o en los vertederos donde llegan mezclados con la basura orgánica. El proyecto, que coordina el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Àlvaro, tendrá soporte legal, ya que va a estar regulado en la nueva Ley de Protección Ampliada del Territorio, cuyo articulado ultiman los técnicos para que llegue a las Cortes este año.

El proceso de recogida tendrá dos sistemas. La recepción en comercios, bares y restaurantes, que se han opuesto, que prepararán los envases para llevarlos a los centros de clasificación, anteriores al envío a una de los dos planta de reciclaje que hay en la Comuniad, y en una serie de máquinas automáticas, desde donde se remitirán directamente a la planta. El objetivo de la Generalitat es evitar la contaminación que, según sus datos, producen diariamente los cinco millones de botellas y latas que acaban en calles, campos y playas de la Comunidad Valenciana, cerca de la mitad en la provincia de Alicante. La iniciativa sigue adelante pese a la oposición de las grandes cadenas de supermercados que se muestran reacias a colaborar.

En los lugares donde se ha puesto en práctica el retorno del «casco» se ha logrado la recuperación del 100% de latas y botellas. Berlin, Oslo o Nueva York son algunos de los ejemplos en los que se han inspirado los técnicos de la Conselleria para poner en marcha una práctica que desapareció a finales del siglo pasado y ahora se quiere recuperar.

El sistema para volver a vender las bebidas con depósito se financia a partir de tres vías de ingresos. La venta de la materia prima de los envases que se reciclan, los depósitos de los consumidores que no devuelven sus envases y la aportación económica que por ley hacen los fabricantes de la bebidas. La Generalitat asegura que la puesta en marcha de retorno del envase no tendrá costes para las arcas autonómicas y sí producirá un ahorro de 40 millones de euros para los municipios. El comercio cobrará dos céntimos de euro por cada envase que recupere.

En España se consumen cada año 18.000 millones de envases de un solo uso para agua, cervezas, zumos y refrescos que representan 1.100.000 toneladas de plástico, brick, metales y vidrio.

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