Las rebajas desataron ayer la locura en la provincia de Alicante. A pesar de los descuentos que muchos comercios realizan ya durante las Navidades, los ciudadanos respondieran de forma masiva a la llamada de las rebajas de invierno y acudieran a la cita del 7 de enero, a la caza del «chollo».

Los establecimientos del centro de Alicante exhibían desde primera hora carteles con descuentos desde un 30% hasta un 50%, e incluso, alguno apostaba ya por ofertas de un 70% sobre el precio inicial. Durante toda la jornada, la principal arteria comercial de la ciudad, la avenida Maisonnave, fue un hervidero de personas cargadas de bolsas, sobre todo con artículos de moda, ropa de invierno, calzado y complementos. Muchos otros cumplieron con lo que parece una tradición navideña más, y aprovecharon para cambiar los regalos de Reyes, que no habían acertado con la talla o el color. Es el caso de Maria José: salió ayer de compras a las diez de la mañana, «ya tengo botas para mis dos hijos, y de su talla que es lo difícil; un abrigo y dos bolsos, uno para todos los días y uno de fiesta, un capricho, y ya he cambiado un jersey que le trajeron los Reyes a mi marido, y le estaba pequeño». Volvía para casa después de una intensa mañana, tras haber gastado su presupuesto para estas rebajas, algo más de cien euros. Las colas para pagar en una tienda de ropa íntima eran interminables. Araceli esperó turno para pagar «dos pijamas muy calentitos, con el 50% de descuento, y un conjunto deportivo para mi hermano, que es su cumpleaños. Ahora como algo, y por la tarde sigo, porque llevo lista».

El presidente de la asociación de comerciantes de Maisonnave, Luis Luna, explicó que el sector «confía en tener una buena campaña, porque las ventas han registrado una tendencia al alza durante todo el 2016, del orden de un 10% más que en 2015, y esperamos seguir en la línea durante estas rebajas. Además, ayer había tanta gente por el centro como en los mejores días de Navidad».

La mayoría de estos compradores visitaron en algún momento del día los centros de El Corte Inglés. Allí, con descuentos de hasta un 50% en más de cuatro millones de artículos, según anunciaron desde la compañía, la jornada fue frenética. Escaleras repletas de clientes, colas en los probadores y vendedores de aquí para allá, atendiendo a los clientes. Entre ellos, Fernando, que fue acompañado de su esposa, él se compró una cazadora «con una rebaja del 50%, un pantalón y dos camisas, porque tengo una boda en abril y aprovecho ahora para comprármela». Los alicantinos de la provincia demostraron ayer tener ganas de rebajas, y todavía queda el día de hoy para seguir demostrándolo.