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Un crimen con muchos interrogantes

La Policía mantiene abiertas todas las hipótesis a punto de cumplirse un mes del asesinato a tiros de la viuda de Vicente Sala

Interrogantes en el crimen de la viuda de Sala

Una noche que ha pasado a formar parte de los momentos más funestos de la crónica negra de Alicante. El lunes se cumplirá un mes de la muerte a tirosmuerte de María del Carmen Martínez López, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, y que fue asesinada el pasado 9 de diciembre en el lavadero del negocio de automoción que administra uno de sus yernos.

La frialdad mostrada por el tirador y la planificación con la que actuó hace pensar a los investigadores en un crimen por encargo, perpetrado por un sicario profesional. A punto de cumplirse un mes del asesinato, todas las hipótesis siguen abiertas. Desde la posibilidad de que la autoría proceda del entorno familiar, a que el móvil esté relacionado con los negocios en Sudamérica del grupo empresarial cuyo patrimonio ronda los 200 millones de euros. Las próximas semanas serán decisivas para despejar si hay una rápida resolución del crimen o por el contrario será una de esas investigaciones de largo recorrido.

María del Carmen Martínez, de 72 años, recibió dos disparos en la cabeza en el momento en que recogía su vehículo, un Porsche Cayenne, del lavadero de Novocar, el negocio de venta coches de segunda mano que gestionaba el yerno de la fallecida. El asesino la abordó nada más sentarse en el coche y le pegó dos tiros a corta distancia: uno en la sien y otro en la mejilla. La víctima aún tuvo fuerzas para salir del interior y desplomarse junto al maletero. La sangre fría con la que actuó el tirador dejó sobrecogidos a algunos de los propios investigadores, ya que éste no tuvo vacilación a la hora de disparar contra ella.

Nadie vio nada, ni escuchó nada. La zona donde se perpetró el asesinato carecía de cámaras de seguridad. El tirador sabía perfectamente cuándo actuar sin que nadie pudiera detectar su presencia, acorralando a su víctima a la salida del túnel de lavado. El hecho de que no se escuchara disparo alguno hace pensar en la posibilidad de que el supuesto sicario hubiera empleado algún tipo de silenciador para evitar que los disparos pudieran alertar a quienes se encontraban trabajando en ese momento en el negocio familiar.

El personal del establecimiento fue quien dio la voz de alarma tras encontrarse a la víctima ensangrentada en el suelo y llegaron a pensar que se había dado un golpe en la cabeza. La hipótesis del robo quedó descartada prácticamente desde el primer momento, ya que el asesino no se llevó el coche de su víctima, a pesar de ser de gama alta, y también se dejó allí el bolso de la fallecida, cuyo monedero contenía 2.000 euros en efectivo. El hecho de que el arma no se haya encontrado ha hecho también descartar la hipótesis del suicidio.

Deshechadas esas posibilidades, las miradas de la Policía se centran en el entorno íntimo de la familia o en los negocios internacionales del imperio familiar. En los días posteriores al crimen, los investigadores han ido tomando declaración como testigos a las personas del entorno más próximo a la fallecida, a fin de poder esclarecer un móvil y quién pudo planificar el asesinato. Los cuatro hijos de la fallecida, la hermana de ésta, un yerno y varios trabajadores del establecimiento han pasado por dependencias policiales para tratar de arrojar luz sobre la investigación. Los agentes realizaron la prueba de la parafina a todos los empleados de Novocar para determinar si alguno tenía residuos de pólvora y está rastreando todas las llamadas que aquella noche se realizaron en la zona del crimen.

Las pesquisas han arrojado que las relaciones familiares no eran tan buenas después de la muerte de Vicente Sala en el año 2011, con enfrentamientos a causa de la herencia entre las tres hijas de María del Carmen con su hermano. La madre apoyaba a éste y, además de su participación en el grupo empresarial, contaba con la llamada acción de oro, con la que podía ejercer el derecho a veto de cualquier operación en las sociedades de la familia. María del Carmen había cedido a su hijo la acción de oro en caso de que falleciera, decisión que las hijas recurrieron y el Registro Mercantil les dio la razón a ellas. La víctima tenía una cita con un notario la semana posterior al crimen.

Otra de las líneas de investigación abiertas es la relacionada con los negocios internacionales del imperio empresarial, concretamente en Sudamérica, donde el grupo Samar cuenta con implantación en Venezuela, Argentina, Perú, Colombia, Brasil y México. La zona geográfica la ha determinado el modus operandi del asesino, ya que ha recordado a los investigadores la manera en la que trabajan algunos de los pistoleros a sueldo que operan en esos países.

La maraña que trata de desmadejar la Policía es quién pudo tener interés en ordenar el asesinato, aunque tampoco se descarta el hecho de que el tirador no fuera un sicario, sino de que el autor intelectual y materia fueran finalmente la misma persona.

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