El pequeño comercio de Alicante empieza a respirar. Tras una negra etapa a causa de la crisis en la que el sector sufrió una destrucción de casi 2.000 comercios en la ciudad, un tercio de los que había, la situación ha dado la vuelta en el último año y el saldo negativo se ha convertido en positivo con una recuperación de casi 600 negocios, según el balance que a final de 2016 hizo la Concejalía de Comercio del Ayuntamiento. De este modo, Alicante estrena el año con 824 nuevos establecimientos comerciales en sus calles frente a unos 250 cierres, lo que por primera vez desde 2008, en que se acentuó la recesión, arroja un dato positivo: exactamente 574 establecimientos de nueva apertura en el centro y en los barrios, que están dando un nuevo impulso a la actividad comercial, y económica, de la capital de la provincia.

El balance arroja otro dato interesante. Por primera vez en los últimos años han abierto más comercios en un solo ejercicio, los citados 824, que restaurantes, bares y locales de ocio. Fueron en 2016 exactamente 210, muy por debajo de anteriores ejercicios, cuando se extendieron sobre todo por el centro de Alicante ocupando las que antaño fueron consideradas las mejores calles comerciales, que con la crisis se llenaron de locales cerrados. Sea como sea, entre comercio y restauración superan el millar de nuevas actividades emprendidas.

El comercio es uno de los motores de la economía de la capital ya que da trabajo a más de 33.500 personas, de ellas unas 18.500 de forma directa como empleados y a 15.000 de forma indirecta entre repartidores, ventas y auxiliares. Con este incremento de aperturas, que en un 75% se concentraron en el segundo semestre de 2016, el número de establecimientos supera los 4.600, acercándose, aunque aún lejos, a los seis mil que había en Alicante antes de que empezara la crisis.

«Estamos satisfechos y muy contentos porque esto supone empleo ya que cada comercio da trabajo a una media de tres personas y esto puede conllevar la creación de alrededor de dos mil nuevos puestos de trabajo», explica el asesor de Comercio del Ayuntamiento, Pedro de Gea. Entre los nuevos establecimientos que abrieron en 2016 se lleva la palma alimentación y bebidas, con un 21% del total. Ahí entran frutas, carnes, pescados, panaderías, comidas para llevar, ultramarinos y todo tipo de comestibles, muchas de ellas tiendas especializadas que están aflorando sobre todo en el entorno de la antigua estación de autobuses. Las hay de ibéricos, chocolates, quesos o conservas.

La moda, textil y complementos le sigue de cerca, con un 19% de nuevos negocios. Completa el podio el sector de equipamiento del hogar, con un 17% de los establecimientos de nuevo funcionamiento, entre ellos mobiliario, colchones, lámparas, electrodomésticos o ferreterías. Con un 15% se sitúan las tiendas de productos tecnológicos, entre ellos tiendas de informática, telefonía móvil o accesorios; un 12% productos culturales, entre ellos librerías, papelerías, prensa o jugueterías; con un 7% establecimientos de consumo diario como los estancos, las farmacias o perfumerías; y el 9% restante engloba negocios como ópticas, joyerías, bazares, tiendas de bicicletas, vehículos de motor o gasolineras.

El 30% de las nuevas aperturas se han registrado en el centro de Alicante y el 70% en los barrios, un crecimiento que, según el área de Comercio, se considera equilibrado y homogéneo. Además ha habido 617 traspasos o cambios de titularidad de comercios, lo que no consta como alta, pero tampoco como baja, ya que el local comercial se mantiene aunque sea con una actividad distinta. «Se está produciendo una recuperación del sector importante con creación de empleo y una vuelta del consumidor al pequeño comercio. Si abren más tiendas es en base a una demanda, es una vuelta al comercio urbano». De Gea anunció un recuento a pie de calle aún más exhaustivo de aperturas y cierres en la Zona Centro de Alicante cuando se hagan las pruebas de peatonalización anunciadas por el alcalde, Gabriel Echávarri.

En una provincia con más de 26.000 negocios minoristas censados, el que en Alicante crezca el sector supone que se consolide su papel como motor del comercio provincial. Francisco Rovira, secretario general de la Federación Alicantina de Pequeño y Mediano Comercio (Facpyme), confía en que los nuevos negocios duren en el tiempo. «En las localidades más turísticas, como Dénia, Xàbia, Calp, La Vila, Benidorm, Santa Pola o Torrevieja también están abriendo nuevos establecimientos», afirmó el representante de la patronal del comercio.