Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Alicante cargaron ayer contra el alcalde, Gabriel Echávarri, tras mostrarse «dispuesto» a «renegociar» el actual contrato de la limpieza con el fin de mejorar la imagen de la ciudad. La propuesta, que hizo pública el regidor socialista durante un pleno infantil celebrado este pasado miércoles, unió ayer a los dos grupos de la oposición. Y es que tanto Ciudadanos como el Partido Popular criticaron las palabras de Echávarri. Desde la formación naranja subrayaron el «ánimo despilfarrador del alcalde». «Resulta del todo inexplicable, ya que en el pasado año 2016 ni siquiera se han tomado la molestia de auditar el servicio de limpieza y ejecutar los 50.000 euros que, según el pliego de condiciones, destina la propia empresa para estos fines», aseguró la portavoz de C's, Yaneth Giraldo, quien acusó a Echávarri y a sus dos socios de gobierno de «contradictorios». «Ellos que tanto criticaron y denunciaron la connivencia de Enrique Ortiz con el PP, y ahora resulta que lo están convirtiendo en su empresario de cabecera. Esto no es serio y Echávarri tiene la obligación de dar explicaciones a los vecinos de Alicante, aunque sea por mero sentido del decoro», añadió Giraldo, en alusión a que la UTE de la limpieza está participada por una empresa de Enrique Ortiz, que está imputado en el posible amaño del PGOU junto, entre otros, a la exalcaldesa, Sonia Castedo.

Por su parte, desde el PP aseguraron que la postura de Echávarri «suena a ocurrencia». «Es grave porque contradice lo que el alcalde dijo durante la campaña electoral. Nos suena a improvisación. Mientras no ponga sobre la mesa un informe exhaustivo sobre los aspectos que el contrato no contempla y por los que haría falta incrementar la partida de dinero, el PP no podrá respaldar esa actual ocurrencia», añadió el portavoz popular, Luis Barcala.

Tras la declaración de intenciones de Echávarri y la respuesta de Guanyar -que opta por cambiar las condiciones del contrato, pero sin que suponga un incremento en el coste-, Compromís se posicionó ayer junto al grupo que lidera Miguel Ángel Pavón. «Entiendo las declaraciones del alcalde como una reflexión en voz alta. No podemos tener una posición firme sin un informe de la Concejalía de Medio Ambiente», añadió el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, quien defendió que sea la empresa concesionaria del servicio la que asuma los «esfuerzos» si el resultado de la limpieza no alcanza los mínimos deseables por el actual equipo de gobierno. «Ya lo hicieron con el plan de choque al poco de que llegásemos al Ayuntamiento de Alicante. Además, ya les dijimos durante el pasado verano que no estábamos de acuerdo con el estado de la ciudad», continuó ayer Bellido.

Desde los tránsfugas en el Consistorio, Fernando Sepulcre (ex de Ciudadanos) calificó de «ridículo» que se criminalice todo lo que rodea a Ortiz. «Si hay que mejorar el contrato para que Alicante esté más limpia, que se mejore porque sería en favor de la ciudad. Y si Ortiz ha cometido un delito, que se le juzgue. Son asuntos independientes. Lo que está claro es que el actual equipo de gobierno lleva un año al frente del Ayuntamiento y ha demostrado ser un incompetente en cuestiones de limpieza», añadió Sepulcre. Por su parte, Nerea Belmonte (ex de Guanyar) se alineó con su antiguo grupo municipal, al apostar por «exprimir» al máximo el actual contrato de limpieza, que supone un coste aproximado de 36 millones de euros al año. «Hay que desgranarlo para que se cumpla. No podemos seguir poniendo de excusa que el contrato es de Ortiz. Nuestro compromiso es con la limpieza», añadió Belmonte.

Echávarri ya insistió en que su propuesta sólo saldría adelante con el apoyo unánime del pleno.