Blindada de juguetes, de caramelos, de ilusión y de efectivos de seguridad. Así fue la Cabalgata de Reyes oficial de Alicante que recorrió anoche el centro de la ciudad en un ambiente en el que contrastaba la alegría de los más pequeños por ver a Melchor, Gaspar y Baltasar en lo más alto de sus carrozas en forma de camello con la extremada vigilancia policial del recorrido para evitar ataques al estar en alerta 4 antiterrorista y tratarse de uno de los eventos con mayor aglomeración de los que se celebran al año en Alicante.

Para garantizar la seguridad de las más de 200.000 personas que se concentraron en la Cabalgata de Alicante, se preparó un dispositivo integrado por más de 150 efectivos de la Policía Local y Nacional, apoyados por Protección Civil y Bomberos, un despliegue que se acordó el 27 de diciembre en una reunión de la Junta Local de Seguridad tras el atentado contra un mercadillo navideño en Berlín, que incluía la colocación de maceteros, bolardos y vehículos policiales en la entrada de los lugares con aglomeraciones en Nochevieja (fecha en que tuvo lugar el ataque en Estambul) y Reyes.

También hubo protección policial en las otras 11 cabalgatas y desfiles que ayer se celebraron en barrios y pedanías, pero el grueso, 150 agentes, se desplegó en el centro de Alicante. Para la Cabalgata del año pasado, el Ayuntamiento optó por 70 policías locales, según la cifra que dio el concejal de Seguridad, Fernando Marcos, por lo que el refuerzo de este año fue evidente. Los agentes se dejaron ver, muchos de ellos armados, en la llegada de los Reyes a la Volvo, en el recorrido de la Cabalgata a razón de uno cada ocho metros (entre Luceros y la plaza del Ayuntamiento hay 1,2 kilómetros), y en la fiesta de la Plaza de Toros.

Ajenos a todo esto, deseando ver a los Reyes Magos, miles de niños salieron de nuevo con sus familias a las calles de Alicante en las doce cabalgatas. La fiesta comenzó pronto, con la llegada de Sus Majestades a bordo de una patrullera de la Guardia Civil por mar, como estos últimos años, pero por primera vez a la Zona Volvo. Allí se celebró una fiesta para recibirles. Después partieron a la Plaza de Toros para saludar a los más de 6.000 niños que acudieron al espectáculo «Somnis fantàstics de Nadal», y el deleite empezó pasadas las 19 horas con la Cabalgata.

Fue en la confluencia entre la avenida de la Estación y Luceros, atestada de público, donde los bailes, danzas, personajes de animación, hinchables y hasta escuadras de romanos se alternaron con las carrozas bíblicas, como La Castañera, Herodes, El Nacimiento o los mensajeros reales. Después llegaron los boatos de los Reyes y los verdaderos protagonistas, Sus Majestades, sobre camellos con apariencia de auténticos, hechos con fibra de vidrio y pelaje que imitaba al natural de los animales del desierto, obra de Carros de Foc. Primero llegó Melchor, encarnado por Antonio Arias, consejero delegado de Vectalia; luego Gaspar, Antonio Campinos, presidente de Euipo; y por fin Baltasar, bajo cuyos ropajes y maquillaje estaba Francisco Bartual, director general de Aguas de Alicante.

La Cabalgata continuó con reparto de juguetes y caramelos con Alfonso el Sabio y la Rambla también abarrotadas. Desfilaron una veintena de carrozas, entre ellas de firmas comerciales y una de la Diputación Provincial, hasta la plaza del Ayuntamiento, donde los Reyes fueron recibidos por el alcalde. La fiesta continuó con reparto de regalos en el Salón Azul. Participaron en el cortejo más de 1.200 personas.

Los Reyes Magos hoy descansarán. El Ayuntamiento ha decidido anular las actividades que venían desarrollando en un día como hoy ante la polémica que se suscitó el pasado año cuando se descubrió que los magos de Oriente de 2016 realizaron visitas privadas, entre ellas a la exalcaldesa del PP Sonia Castedo.