Todo parecía ir sobre ruedas para el regidor de Alicante, Gabriel Echávarri, hasta que uno de los niños que participó en el programa «Díselo a tu alcalde» le preguntó sobre las medidas tomadas por el Ayuntamiento de Madrid frente a la contaminación del aire. El problema no fue la cuestión, sino que el menor le pidió al alcalde que la respuesta fuera en el mismo idioma en el que él realizó la pregunta, es decir, en valenciano. Tras varios intentos, Echávarri tiró la toalla, recordó la procedencia de sus padres, explicó que entendía a la perfección el valenciano y respondió en castellano. Ése fue el único momento en el que Echávarri perdió el control de un «pleno infantil» en el que se habló mucho de la limpieza en la ciudad y en el que, sobre todo, el ambiente fue más que amable.

De hecho, hubo tiempo para las bromas. Echávarri bordeó de nuevo el precipicio cuando le preguntaron sobre su preferencia para esta temporada -¿que suba el Hércules o que baje el Elche?-. Finalmente, prefirió tirar de diplomacia y apostó por el ascenso del conjunto blanquiazul, y «si el Elche baja, pues baja». En ese tono distendido, el alcalde aprovechó también para lanzar uno de sus habituales rejonazos a Ciudadanos. «Si estuvieran aquí, se habían comido todos los caramelos», dijo Echávarri, en un comentario que provocó risas entre los asistentes.

Echávarri también habló de otros asuntos durante la hora que duró el «tercer grado» de los niños al que se sometió: se mostró un firme defensor de los conciertos educativos, aseguró que el tiempo máximo que debe estar una persona como alcalde son ocho años, admitió que su mejor amigo dentro de la oposición había sido José Luis Cifuentes [exportavoz de Ciudadanos], reconoció que los políticos tendrían que dejar de discutir y empezar a hablar, a la vez que intentó explicar el cambio de nombre de calles en Alicante. «Se ha cambiado la plaza de Calvo Sotelo porque ese nombre lo puso Franco. No se le quita por ser él, sino por los honores que le dio el dictador», continuó el regidor, quien aseguró que la política le empezó a atraer ya de mayor, cuando entró en la universidad con unos 24 años. Sobre su condición actual de alcalde, Echávarri reconoció que le costó asumir el cargo. «Hasta hace unos meses no lo asumí. Me costó aceptar que uno es alcalde las 24 horas del día y los 365 días del año. ¿Y qué es lo que más me gusta de mi cargo? Ayuda a la gente. ¿Y lo que menos? Las mentiras, y aquí hay muchas», concluyó el dirigente socialista.