Dos empleados de la empresa de limpieza UTE Alicante, Adrián Román, y Julio José Maldonado, se han instalado este martes en la plaza del Ayuntamiento para llevar a cabo una protesta que se prolongará hasta el miércoles para denunciar lo que consideran un despido injustificado en ambos casos. El primero asegura que la empresa le ingresó el finiquito después de estar seis días de baja en marzo y nueve días en abril por una operación de los ojos que le podía provocar ceguera al ser diabético, y el segundo relató que estuvo tres días de baja en marzo y 15 días en abril por una agresión durante el desempeño de su puesto de trabajo y por un accidente de tráfico posterior.

Los dos empleados, que reciben el apoyo de otros compañeros así como de seis delegados de Personal del Sindicato de Empleados Públicos (SEP), afirman que tienen los justificantes médicos y quirúrgicos. El enlace sindical denunció por su parte que no se avisara previamente del despido al comité y que es «un atropello a dos familias». Ambos reclaman su readmisión «porque llevo desde los 18 años barriendo y sólo sé barrer. Nunca he tenido problemas con la empresa ni otros compañeros», dijo Román.

La empresa UTE Alicante ha explicado a este diario que no harán declaraciones al respecto de este tema. El edil de Limpieza, Víctor Domínguez, ha indicado que se pedirá a la empresa que reconsidere su decisión como ya le propusieron al conocer que se iban a producir los despidos. «Entendiendo que hay que cuidar a los empleados que cumplen bien con su trabajo, nos gustaría que la medida se revisara ya que ese mensaje se puede enviar con otro tipo de amonestación».