Los zaplanistas se sienten derrotados pero no vencidos. La dirección provincial del PP, que dirige Joaquín Ripoll, admitió ayer su derrota en el pulso con los campistas por el control de la candidatura a las Cortes y la municipal de Alicante. Pero, sin embargo, Ripoll auguró un periodo de turbulencias internas, aún mayores, tras la laminación del sector afin a Zaplana de las dos principales listas que, en su opinión y especialmente en el caso de la candidatura de Alicante, se han elaborado sin tener en cuenta a la mayoría del PP en la provincia.

Tras cuatro años de bronca interna, el pulso constante que han mantenido campistas y zaplanistas por el control del PP se ha saldado con la liquidación del poder instituciones de los adeptos al ex ministro, atrincherados en Alicante, que sólo conservan dos puestos sobre los diecisiete de salida de la lista a las Cortes que ocuparán los consellers Peralta y Gema Amor y tres de elección segura Joaquín Ripoll, Miguel Valor y Juan Seva en la municipal junto a la plaza de «sufridor» de Juan Zaragoza, que tendrá que ganarse su reelección.

Ripoll, tras reunirse con los notables de su núcleo duro, dejó claro que respeta la lista a las Cortes impuesta por Camps y que defenderá la candidatura de Alperi porque, dijo, el objetivo del PP es ganar las elecciones. Pero, a partir de ahí, su discurso no fue conciliador. Dijo «no compartir» la candidatura a las Cortes. «Lamento que en esa lista, como en la municipal, no estén personas que han estado trabajando por el partido durante muchísimos años», dijo en una frase similar a la utilizada por Zaplana en su comparecencia en el Congreso. Con la candidatura municipal de Alicante, propuesta la cúpula provincial pero modificada de arriba a abajo por Madrid, fue mucho más duro. «A lo mejor se ha hecho más a gusto de unos pocos y a disgusto de muchos», apuntó para no descartar que esta nueva vuelta de tuerca en la crisis del PP acabe pasando factura en las urnas. «Nunca se sabe qué es lo que al final acaba sumando o llenado el vaso de los votos», aseveró.

«Este episodio de hecho, subrayó el máximo responsable de los populares alicantinos abre dificultades que, a lo mejor, con otras listas serían menores». ¿Cuáles serían esas dificultades «Si todos están a gusto es más sencillo, pero si es a disgusto de muchos éstos están menos animados y hay que hacer un ejercicio de reafirmación y de animación», en clara alusión, aunque sin hablar de ello, al escaso interés de los cargos zaplanistas en la campaña a pesar de que Ripoll garantizó que el objetivo es mejorar los resultados de 2003.

En cualquier caso, el también titular de la Diputación, otro de los pocos zaplanistas que sobrevive y que será el número dos de la candidatura municipal del PP tras Alperi, admitió que los populares alicantinos han perdido esta batalla. «Siempre se dice que cuando acaban las elecciones todos los políticos ganan. Son pocos los que dicen que han perdido, pero si dijera que la propuesta de la ejecutiva provincial ha ganado no se lo creerían ustedes, ni yo», manifestó Ripoll antes de apostillar que «creo que la ejecutiva provincial ha perdido este episodio».

Aunque el responsable de los populares en la provincia no quiso entrar a valorar a ningún candidato de la lista municipal «son excelentes», dijo de cara a la galería, casi sin querer envió un recado a Camps y Alperi ante la incorporación masiva de independientes. «Yo hubiera pedido a Isabel Fernández ir en la lista, pero a lo mejor le hubiera pedido ir en la lista de Elche», en clara referencia al hecho de que la judoca olímpica es natural de Torrellano aunque afincada en Alicante.

Los zaplanistas cuidaron hasta el último detalle de la escenografía. Ripoll, que dijo ser la voz de toda la ejecutiva del PP, compareció flanqueado de Peralta otro de los supervivientes y Macarena Montesinos, una de las grandes sacrificadas en la confección de candidaturas. Al fondo de la sala, arropando a Ripoll, algunos de los más ilustres excluidos en las listas como Pedro Romero, Lola Peña, Juan Manuel Cabot presidente del comité provincial de listas del PP o Carlos Mazón.

Además también estuvieron el portavoz en la Federación Valenciana de Municipios y alcalde de Altea, Miguel Valor; José Antonio Rovira, alto cargo de Educación; y todos los coordinadores comarcales del PP: los diputados provinciales Javier Castañer (Alcoy);, José López Garrido (l$27Alacantí);, Sebastián Fernández (Marina Baixa);, Juan Roselló (Marina Alta);, María Asunción Prieto (Baix Vinalopó);, Juan Molina (Alto Vinalopó); y Mari Carmen Jiménez (Medio Vinalopó); además de la alcaldable en Orihuela, Mónica Lorente (Vega Baja);.

Fue, sin embargo, evidente la ausencia del presidente local del PP en Alicante, Julio de España, al que, en círculos populares, se sitúa cada vez más alejado de Ripoll y muy molesto por cómo se ha conducido la negociación. Como se recordará, el presidente del PP en Alicante había situado a De España en primera línea de fuego como aspirante a encabezar la lista autonómica a sabiendas de que el jefe del Consell contaba con el conseller Gerardo Camps para el puesto.