El buque, en el que viajaban 740 personas, 105 coches y un camión, ha llegado a las 12.00 horas a Alicante, donde desde hace dos años, según fuentes de la Policía Portuaria, se aplica un Plan Especial de Protección ante Amenazas Terroristas.

Estas fuentes aseguraron que a raíz de los atentados de la semana pasada de Argel y Casablanca no se ha reforzado especialmente la seguridad, aunque los pasajeros que han viajado en el ferry, el primero que ha llegado al puerto desde los ataques terroristas, han tenido que pasar un control más de lo habitual y la inspección pormenorizada de sus enseres personales.

Según fuentes del Ministerio del Interior, estas medidas de seguridad se deben enmarcar, en todo caso, dentro del "nivel 2" de alerta antiterrorista que se puso en marcha el pasado 13 de febrero, a raíz del inicio del juicio por el 11-M, y que suponen un aumento de la vigilancia en infraestructuras de transportes y en lugares con una importante afluencia de personas.

Los pasajeros que han viajado en el ferry sí han apreciado más presencia policial de la habitual y mayor control sobre los vehículos y los bultos.

Sin embargo, la mayoría coincidía en que estas medidas están bien y que son "por seguridad de todo el mundo", según algunos han explicado en declaraciones a EFE Televisión.

Hoy, estos pasajeros han tenido que pasar primero por un control de la Guardia Civil y, posteriormente, por uno extraordinario del Cuerpo Nacional de Policía, que volvía a inspeccionar los vehículos a la salida del recinto portuario.

Los pasajeros que iban sin vehículo salían del buque por una pasarela superior y accedían al interior de una sala donde se les identificaba y se escaneaba su equipaje.

Por su parte, los que viajaban con su vehículo pasaban primero por un control de la Guardia Civil, que comprobaba su documentación y, con la ayuda de perros, registraba el equipaje y los coches, tras lo cual pasaban por un nuevo control de la Policía Nacional, que volvía a registrar los bultos.