Con la sustitución de placas en las antiguas calles y plazas García Morato, Calvo Sotelo y Felipe Bergé, que desde ahora se llaman Miquel Grau, Puerta de San Francisco y Pirula Arderius respectivamente, el tripartito casi ha terminado el cambio de placas franquistas en Alicante en aplicación de la ley de Memoria Histórica.

La sustitución de esos rótulos se realizó ayer, la última de ellas la dedicada a Miquel Grau, que murió asesinado por un ladrillo lanzado desde un balcón en Luceros por un fascista. Fue en 1977, durante un acto en el que la ciudadanía reclamaba el Estatuto de Autonomía para la Comunidad. La Ley de Memoria Histórica le reconoce como la última víctima de violencia de la transición. Al acto asistieron distintos concejales y el hermano de Grau, que, emocionado, dijo que el cambio de calles debería haberse hecho hace mucho tiempo.

A primera hora se cambiaron los rótulos en Felipe Bergé, calle peatonal entre la plaza Nueva y la Montañeta, que ya se llama Periodista Pirula Arderius, en reconocimiento de la labor de la primera periodista de la provincia, que fue redactora de INFORMACIÓN. También es historia la plaza de Calvo Sotelo, ya Puerta de San Francisco. El tripartito cambia 46 denominaciones franquistas del callejero. El PP, que lo recurrió en los tribunales, criticó sobre todo el cambio de Calvo Sotelo «plaza tan emblemática y querida por los alicantinos», dijo su edil Luis Barcala, que tildó el proceso de «despropósito».