Diez medidas que el tripartito considera ideológicas y no presupuestarias. A cambio de su abstención para que los presupuestos municipales de Alicante de 2017 puedan salir adelante, Ciudadanos ha puesto sobre la mesa un decálogo de condiciones que el equipo de gobierno del Ayuntamiento considera inasumibles, al menos seis de ellas. Y de estas las dos más "duras" son la desaparición de la Concejalía de Protección Animal reasignando sus competencias a Sanidad al considerar que el departamento que lleva la edil de Guanyar Marisol Moreno es una constante fuente de conflictos, y paralizar el cambio de calles franquistas.

En su documento, Ciudadanos insta a disminuir las partidas presupuestarias proyectadas por el tripartito en 54 cuestiones para rebajar el documento general en 1,5 millones de euros. Una de las reducciones más destacadas es la del área de Comercio, en 141.800 euros, detalla el documento, mientras que en gastos de Publicidad y Protocolo se propone un recorte de 137.00 euros; y de 94.600 euros en Memoria Histórica. A cambio propone incrementar en 160.000 el mantenimiento de instalaciones deportivas como el Pitiu Rochel;incrementar en 80.000 euros la partida para la Agencia Local de Desarrollo; dotar con 50.000 euros un plan especial contra el acoso escolar; o dotar con 100.000 euros las ayudas a los emprendedores.

La concejala de Hacienda, Sofía Morales, del PSOE, considera que Ciudadanos no ha querido "nunca" negociar los presupuestos para 2017 y ha tachado de "líneas rojas" al menos seis de las condiciones planteadas, sin las cuales la formación naranja no asegura su abstención en el pleno. Y critica que el grupo haya acudido al encuentro con "medidas ideológicas por delante de cualquier partida económica". "Ciudadanos no ha querido nunca negociar los presupuestos ni dar ni siquiera su abstención" para asegurar la aprobación de las cuentas en el pleno, que el alcalde quería enviar al Ministerio de Hacienda antes de acabar el año. Morales considera inasumible la paralización del cambio de nomenclatura de calles fascistas en la ciudad; que no se fomente el uso del valenciano; que algunas concejalías se integren en otras, "tal y como estaban antes con el Partido Popular", es decir, Protección Animal en Sanidad; que se elabore una auditoría sobre la limpieza de la ciudad que costaría 30.000 euros; o la reducción de gastos que "ellos consideran superfluos como la publicidad".

El alcalde planteará la propuesta a sus socios de gobierno aunque fuentes de Alcaldía la tacharon de "surrealista".