Las causas de riesgo de inundaciones en áreas urbanas de la provincias son, a juicio de Jorge Olcina, la invasión de cauces por viviendas y urbanizaciones, la desorganización de los tradicionales regadíos, la destrucción de aterrazamientos tradicionales, el contacto de ramblas y barrancos con infraestructuras viales y ferroviarias, la insuficiente capacidad de evacuación de los colectores existentes, el olvido de los lechos en los procesos de planeamiento y planificación, la presencia de vertidos incontrolados en los cauces, la excesiva densidad de la vegetación en los lechos, los cultivos en los cauces y el efecto tapón en la desembocadura de los colectores.

El profesor Alfredo Morales, de la UA, incide en el libro «Aguaceros, aguaduchos e inundaciones en áreas urbanas alicantinas» en la peligrosidad de la incorporación de ramblas y barrancos a la tramas urbanas en la provincia. En este sentido, recuerda ejemplos como la Rambla de Mendez Núñez de Alicante que constituye el tramo final del llamado Barranco de Canicia o la localidad de Pedreguer «donde el crecimiento urbano se hizo haciendo tabla rasa del Barranc dels Poets, que lo atravesaba de norte a sur». Se trata de un desarrollo urbanístico en muchas localidades en las que se ha ignorado el medio físico y cuyas soluciones sólo se abordan tras producirse situaciones catastróficas. En Alicante, este riesgo de inundaciones se ha olvidado secularmente en el litoral por la presión del crecimiento urbanístico. I. V.